El sistema inmune ataca a la mielina, que es la sustancia que envuelve las fibras nerviosas o neuronas. La mielina se deteriora y presenta cicatrices, conocidas como esclerosis, entonces aparece la inflamación. Los impulsos nerviosos que circulan por las neuronas se ven entonces entorpecidos o directamente interrumpidos, con los consiguientes efectos en el organismo.

LA CLAVE: LA MIELINA

Es una capa aislante, o vaina, que se forma alrededor de los nervios, incluso los que se encuentran en el cerebro y la médula espinal. Está compuesta de proteína y sustancias grasas. La vaina de mielina permite que los impulsos eléctricos se transmitan de manera rápida y eficiente a lo largo de las neuronas.

EL DIAGNÓSTICO

La esclerosis múltiple no se puede diagnosticar con una única prueba. El proceso diagnóstico puede resultar largo .

En la primera valoración, el neurólogo revisa la historia clínica y hace una exploración neurológica detallada para valorar los síntomas que la persona con sospecha de esclerosis múltiple (EM) presenta y el estado de su sistema neurológico. Los síntomas y signos que aparecen pueden ser debidos a múltiples enfermedades diferentes (son lo que se conoce coloquialmente como «imitadores de la EM»). Es importante descartar estas enfermedades antes de hacer el diagnóstico definitivo.

Por este motivo, es muy probable que el neurólogo solicite algunas pruebas complementarias para descartar otras enfermedades y también para confirmar el diagnóstico de EM. Las pruebas que se solicitan con más frecuencia son:

Analítica: se trata de una analítica general, pero también incluye otros parámetros específicos y útiles en el proceso diagnóstico.

Resonancia magnética cerebral: es una prueba similar a la escáner o TAC pero que utiliza campos magnéticos y permite obtener una imagen del cerebro mucho más detallada.

Punción lumbar: permite estudiar varios componentes del líquido cefalorraquídeo, el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal.

Potenciales evocados: pruebas que estudian la transmisión de los estímulos sensoriales que recoge el sistema nervioso.

Tras todos estos pasos, el neurólogo habitualmente descartará el diagnóstico de esclerosis múltiple o bien llegará. A veces, y a pesar de que todas las pruebas se hayan realizado correctamente, puede resultar difícil llegar a un diagnóstico definitivo.