-Usted es Inocencio (Chencho) Arias, alias el de la pajarita...

-Correcto. Soy esclavo y rehén de la pajarita, no me la puedo quitar, sin ella no puedo torear.

-En 2016 publicó ‘Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones’, ¿cuando cambió de opinión?

-Cuando los conocí. Estudiando Derecho en Murcia pensé que los diplomáticos eran mamones, una gente petulante y engreída, distanciada de la realidad, obsesionados con ir a cócteles y cosas de esas. Cuando estaba en Madrid haciendo el servicio militar, porque entonces se hacía el servicio militar, universitario pero se hacía, fui a un colegio mayor a ver a un amigo y me presentó a varios diplomáticos; no tardé en detectar que había un mamón, pero había otros siete u ocho que no lo eran. Una proporción que se da en los registradores de la propiedad, los bomberos, los artistas de cine y los periodistas.

-Vamos, si le parece, al principio...

-Vamos al principio, sí...

-Usted nació en Albox...

-Almería...

-¿Puede recordar su infancia?

-La recuerdo, pero no en Albox porque mi padre era notario y cuando yo tenía 2 años se quedó vacante un pueblo al lado del suyo, donde vivían su madre y sus hermanos: Huéscar, en Granada. Y estando contento como estaba mi padre en Albox, y mi madre también porque era almeriense, pidió el traslado para estar cerca de su familia. Fue una infancia placentera. Toda la gente pasaba escaseces, los de familias humildes, bastantes, y los de familias desahogadas, incomodidades. Heredábamos los trajes de los hermanos, en el pueblo donde vivía no se conocía la carne de ternera ni la merluza, es decir, muy poca gente vivía muy desahogadamente. Pero lo recuerdo con alegría. Eso de que la España de Franco era negra y gris... había momentos negros, grises y de amplia luminosidad. Leía y jugaba al fútbol desaforadamente. Cuando tenía 15 años empecé a salir con chicas. El hecho de que estuviera Franco en el poder no te privaba de eso. Esto no sé si lo podré decir dentro de tres meses, cuando se apruebe la ley, ahora puedo decirlo y si vamos a hablar más, me extenderé...

-Hay una cosa común entre Almería y Extremadura: no tienen AVE...

-Sí, es una pena. Los gobiernos, no quiero criticar a ninguno, lo hacen con criterios de rentabilidad donde el AVE no es ruinoso, donde hacerlo no significa un coste brutal en relación a la gente que va tomar el AVE, pero claro, es una pena.

-Quiso ser periodista, ¿se alegra de no haberse dedicado a esa profesión?

-No, no. Al periodismo le ocurre como a los políticos. Hay periodistas sinvergüenzas pero son una minoría. No lo echo de menos porque me ha gustado mucho mi profesión, lo que he hecho durante 44 años, trabajar para el Estado, pero el periodismo sigue siendo una de mis vocaciones.

-En su tarea como diplomático realizó muchos viajes con don Juan Carlos...

-Y con Suárez, con Calvo Sotelo, con Felipe... Hice 139 viajes oficiales.

-¿Qué le parece la polémica de Corinna y el Rey emérito?

-Con quién retoza un Rey o un primer ministro, si no afecta a la seguridad del Estado, me importa un pepino. Si es verdad que el Rey retoza con Corinna, que parece serlo, eso le tiene que importar a la reina. Y poniendo lo de Corinna o lo de los elefantes o lo del yerno (que sobre todo lo del yerno es serio, que creo que él abdicó por el yerno) se pretende olvidar lo que el Rey ha hecho por España, desde acertar con el nombramiento de Suárez (si en ese momento llega a nombrar a Felipe no hay Transición o la Transición hubiera sido 15 años más tarde) hasta que paró el golpe de Estado. Él ha hecho cosas inmensas al servicio de España, desde abogar porque los Juegos Olímpicos fueran en Barcelona.

-¿La monarquía se siente actualmente como un elefante en una cacharrería?

-No. El Rey actúa con total respeto a la Constitución, goza de un índice de popularidad más que aceptable, ya lo querrían algunos políticos, pero no tiene un sustento muy profundo, quiero decir, caerle gordo al Rey y caerle gordo a la institución son una minoría, pero los que defienden o defendemos al Rey, que somos la mayoría, muchos no tienen una convicción profunda de lo buena que es la monarquía.

-¿Somos republicanos o monárquicos?

-Más monárquicos que republicanos probablemente porque con la monarquía durante estos 40 años nos ha ido bien y, además, cosa que alguna vez algún republicano de izquierdas olvida, la monarquía no es sinónimo de atraso ni oscurantismo. Los países más desarrollados tienen monarquía, Japón, Suecia, Noruega, Dinamarca, y no son regímenes totalitarios o en los que las clases desfavorecidas estén brutalmente aplastadas, todo lo contrario.

-Pero hay sectores que la ponen en tela de juicio...

-Hay una corriente fuerte de la izquierda que quiere cargarse el sistema del 78, y para ello una cosa que hay que cargarse es la monarquía. La gente tiene todo el derecho a no estar de acuerdo con el sistema del 78, pero no amparándose en que es un sistema de desigualdad, que explota, que permite a los banqueros... estos tópicos que se dicen, eso no es cierto. El del 78 es el periodo de prosperidad más grande de la historia de España. Por supuesto que en eso han tenido que ver bastante Suárez, González, el Rey, pero también que las leyes que nos dimos eran las adecuadas, aunque sean mejorables.

-¿Cómo ve al nuevo gobierno?

-Ni tan malo como dicen sus detractores y por supuesto muchísimo menos bueno de lo que dicen los medios del gobierno. Ahora leo que una ministra ha dicho que el presidente Sánchez estuvo en las Naciones Unidas (permítanme un poco de carcajada) poniendo a España en el lugar que le corresponde. Es la memez que dicen todos los políticos neófitos. En Naciones Unidas lo que diga el presidente Sánchez le importa un pepino a todo el mundo. Porque en Naciones Unidas se tiene en cuenta lo que dice Trump. A lo que dice el presidente de España, Italia, Argentina, Méjico, nadie presta atención. Es decir, que no pone a España en ningún sitio. Es una cosa de catetos, de paletos de pueblo. Aparte que los gobiernos, todos, y más la izquierda, también la derecha pero más la izquierda, tienen una obsesión adanista: ‘Yo fui el primero que hizo tal cosa, el primero que le devolví a España tal otra...’ En eso el mejor ejemplo es Zapatero, que era el voluntarista por excelencia, y se metió en varios jardines precisamente por esa obsesión de decir: ‘Yo fui el primero que no se levantó ante la embajada americana’. Pues mire, es el primero, pero sobre todo es un cateto de primera magnitud porque hay países como España en que menospreciar a la bandera es casi irrelevante, pero en Estados Unidos o Francia, menospreciar a la bandera no es irrelevante. Entonces, ningún americano, ni siquiera los de la izquierda más furibunda, pudieron comprenderlo. Pensaron que era un mindundi.

-¿Y Trump no le parece terrible?

-A mí no me gusta nada. Le diré de entrada que si yo votase 10 veces en Estados Unidos a lo largo de 10 elecciones nunca votaría a Trump, eso que quede claro. Dicho esto, aquí por ser un presidente americano de derechas, incluso antes de empezar, ya se le despellejó. Es un personaje, repito, que lo encuentro inquietante, que me gustaría que no estuviera, ni él ni Hillary Clinton, porque era de las políticas más cínicas que han pasado por Estados Unidos. Pero, vamos al tema del muro, que es trasplantable a España. Él pretende construir un muro de 1.200 kilómetros en la frontera con México. Bien, entonces aquí al poner el muro hubo incluso catedráticos y filósofos que escribieron que era un hecho contra los derechos humanos, el único país del mundo que se dice una sandez de este tipo. Yo pregunto, ¿por qué cuando lo hizo Clinton, que hizo 1.200, están construidos, no era un acto contra los derechos humanos? Pues porque no lo es. Porque hacer un muro en tu país para que no se te cuele la gente ilegalmente no es un delito en ningún país del mundo. Y luego, por terminar con el muro, ¿por qué nosotros nos rasgamos las vestiduras porque haga un muro entre México y Estados Unidos, no tenemos nosotros dos muros o dos muritos en Ceuta y Melilla, por qué no los quitamos?

-¿Cree que hay una corriente mediática para desestabilizar al gobierno y no le da miedo que esa corriente mediática acabe desestabilizando al país?

-No, no. Corriente es una palabra fuerte. Que hay varios medios de información que quieren derribar a este gobierno porque piensan que Sánchez es un presidente que ha llegado al poder de forma extraña, yo por supuesto cuando me lo dicen, contesto, de forma extraña, sí, y de forma que yo no hubiera aprobado, pero de forma legal eso es obvio, lo cual no quiere decir que me guste la forma en que ha llegado al poder. Si hubiera sido miembro del Partido Socialista y hermano de Sánchez yo no lo hubiera votado, ahora legal es legal. Por ejemplo, en el tema de la tesis ha habido un posicionamiento que es un poco extraño. No podemos estar hablando de la tesis tres años, ahora, negar que según dicen los que la han leído, es muy flojita, que hay plagios y negar que el presidente ha hecho todo lo posible porque no se difundiera eso es faltar a la realidad, por hacerlo breve.

-En lugar de vivir momentos históricos estamos viviendo momentos histéricos...

-Efectivamente, momentos de gran polarización y un poco de nerviosismo, pero claro, es que es muy gordo que el presidente de un gobierno que ha hecho bandera de la regeneración haya sido el protagonista de la tesis. Hay una contradicción ahí. Tampoco ha mandado el señor Sánchez con la tesis a 100 niños a una cámara de gas, pues para nada. Si me apura usted es un pecado venial, pero ha hecho bandera de que era diferente, más limpio que una patena, que iba a regenerar el país y resulta que le estalla la tesis y hasta niega la evidencia de que no la tenía colgada.

-Ya, pero en el país hay otros asuntos más importantes que la tesis...

-Mire, está el paro, la emigración, la corrupción y sobre todo está el tema catalán, que debería ser lo que más nos preocupe. Ante eso la tesis palidece en su importancia, es nimia, ahora, negarlo te da repelús.

-Dice que no se celebraron elecciones, pero la gente se olvida de que en el Congreso reside la soberanía popular...

-El nombramiento de Sánchez no me gustó nada, no porque llegara al poder sino porque se apoyaba en gente que quiere romper España y además apoyados en grupos filoetarras. A mí no me gustó nada, pero legal era archilegal.

-¿Por qué surge Podemos?

-La crisis económica, el descontento de los jóvenes, el paro, el aumento de la corrupción... creó un caldo de cultivo para que naciera Podemos, que en su programa tenía cosas muy interesantes, por ejemplo eliminar la corrupción a todos los niveles, pero al mismo tiempo algunos de los que más bramaban habían hecho chapucerías. En la política hay que ser un poco adulto, no se le puede decir a un país como España que la sociedad de Venezuela es modélica, es una burla.

-Cita la tesis de Sánchez, ¿pero qué opina del máster de Pablo Casado?

-También tiene aspectos extraños. Lo de Casado es hecho con toda legalidad, eso puede ser cuestionable, pero no ha mentido en algo categórico. Y digo una cosa, por qué los políticos, me es igual que sea Sánchez o Isabel Pantoja, si hacen una tesis no quieren que se lea. Yo hice una tesis en la escuela diplomática sobre si Franco había ayudado a los judíos o no durante la Segunda Guerra Mundial. Mi ambición sería que usted la leyera y que la leyera, una vez más, Isabel Pantoja. Mi ambición es que todo el mundo la lea y que digan, ah pues qué trabajo tan interesante ha hecho Inocencio Arias sobre que, efectivamente, Franco salvó a muchos más judíos de los que dicen sus enemigos, pero menos de los que decían sus propagandistas, pero salvó.

-Sánchez no le hace gracia, intuyo...

-Por el tema catalán, no por la tesis. En un primer momento yo lo defendí, hasta que descubrí su postura en el tema catalán, tiene una actitud vidriosamente ambigua y creo que lo va a dejar bastante peor de lo que lo ha encontrado.

-¿Entonces cree que deberían convocarse elecciones anticipadas?

-Él lo prometió llegando al poder, pero sí, tal vez sería bueno que convocara unas elecciones y a lo mejor a él no le iba mal.

-Franco saldrá del Valle de los Caídos...

-Otro tema que me resbala. Salga o no salga, me es igual. Que lo sacan, pues lo han sacado.

-Pero Franco era un dictador...

-Claro que era un dictador, sin la menor duda, y en los primeros inicios un dictador bastante duro. Después ya no. Al final era un dictador que tenía mucho de dictablanda, por ejemplo, no podía marcharse de España. En las dictaduras de izquierdas es muy difícil salir del país, en las de derechas puedes abandonarlo. Y desde luego, yo digo y diré, que siendo un dictador, habiéndome gustado que se hubiera marchado muchísimo antes y nos dejara votar, Franco no todo lo que hizo era malo. Franco creó una clase media que permitió que los rescoldos de la guerra civil se apagaran, porque la gente tenía una situación económica más ventajosa, dejó una deuda prácticamente a cero, hizo un política con Iberoamérica bastante hábil.

-Usted dijo que Adolfo Suárez era un hombre bastante inculto...

-Sí, lo era.

-Pues prefiero a un inculto antes que a un corrupto...

-Absolutamente. Calvo Sotelo es probablemente el más culto de los que hemos tenido, pero no era nada corrupto, tenía carisma e hizo una cosa importantísima, proviniendo del régimen fue el motor clave de la transición.

-En su libro cuenta que quiso traer un partido del Madrid a Cáceres, ¿qué pasó?

-El presidente del Madrid...

-Que era Ramón Mendoza...

-No hace falta mencionar su nombre... Me había comprometido a un amistoso en Cáceres porque me había dicho la directiva, entre otros el presidente, que el Madrid estaba en la ruina y teníamos que encontrar partidos amistosos. El partido con el Cacereño me pareció muy interesante. No había que ir al extranjero, todo quedaba en España, el viaje era más corto... pero terminaron las elecciones a la presidencia, volvió el presidente y consideró que era muy incómodo ir a Cáceres porque no sabía cuando íbamos a llegar, lo cual era una sandez más grande que la plaza Mayor. Así que fue un capricho, y yo que había dado mi palabra tuve que desdecirme, que es la cosa que más me revienta a mí en la vida. Entonces fue decisivo en mi salida del Madrid.

-¿Cuando se habla de fútbol se habla de todo menos de fútbol?

-Bueno, se habla mucho de fútbol, lo que ocurre es que está politizado. Cuánta gente hay seguidores del Madrid que están diciendo que el Madrid contra el Sevilla dio un espectáculo, ahí no hablan de política, hablan de fútbol. Lo que ocurre es que se habla mucho de la política alrededor del fútbol, de lo que hace el Barcelona, de lo que no hace, del partido de Barcelona-Gerona en Miami, que sería una auténtica barbaridad, porque los separatistas aprovecharían para llevar 5.000 banderas y 5.000 pancartas, o sea que sería darles una baza propagandística gratis, proclamar que ellos no son España, que les robamos, que los despreciamos, que culturalmente los asfixiamos, lo cual es de Gila, de Miliki y de Fofito, pero lo dicen y muchos se lo creen.

-¿Entonces piensa que con Franco esto no hubiera pasado?

-Es que con Franco estábamos en una dictadura y no hubiera pasado entre otras cosas porque no se hubieran atrevido los catalanes. ¿Cuál es el club que le dio dos medallas a Franco en la historia? Acertijo, ¿el Murcia, el Cacereño, el equipo de Almendralejo? ¡El Barcelona Club de Fútbol le dio dos medallas a Franco! H

Zumo de naranja y pasteles