EL ICTUS ES UNA PATOLOGÍA

que se puede prevenir. La prevención primaria, esto es, la que todos podemos hacer para minimizar nuestro riesgo personal de sufrir un ictus futuro, pasa por los siguientes consejos:

Llevar una dieta rica y saludable, baja en sal ygrasas.

Realizar actividad física de forma regular.

Controlar el peso, la presión arterial y los niveles de colesterol y azúcar en sangre (y, en su caso, tratar de forma correcta).

Abandonar el tabaco y restringir el consumo de alcohol a niveles moderados.

Controlarse el pulso de forma regular y, caso de apreciarlo rápido o con palpitaciones en una situación de reposo, consultar al médico.

LAS PERSONAS QUE YA HAYAN sufrido un ictus están obligadas a realizar una «prevención secundaria», encaminada a minimizar el riego de recurrencias futuras. (antiagregantes, anticoagulantes) y el control periódico en la consulta de su medico .

HEMOS AVANZADO MUCHO

en el tratamiento y rehabilitación del ictus y hoy en día los pacientes evolucionan mucho mejor . La prevención es sin duda la mejor arma para evitar dolencias. La detección precoz de síntomas ayuda a diagnosticar pronto esta enfermedad y a padecer menores secuelas.