El colegio de médicos de Cáceres lo tiene claro: El avance de esta segunda ola de la pandemia se debe a la relajación de las medidas de seguridad. La Dirección General de Salud Pública notificó ayer 62 nuevos positivos en el área de salud de Cáceres, que concentra casi el 26% de los contagios de toda la región. Y en el hospital San Pedro de Alcántara ya hay 48 personas ingresadas (el doble que hace justo una semana), cinco de ellas en la Unidad de Cuidados Intensivos. Cáceres se mantiene como la zona que más presión hospitalaria soporta, con casi el 40% de todos los hospitalizados por coronavirus en la comunidad autónoma. La situación, reconoce el presidente del colectivo, Carlos Arjona, es «complicada».

La previsión, apunta Arjona, es que los positivos continúen al alza en las próximas semanas, lo que pone en riesgo un nuevo colapso del sistema sanitario. Y advierte: Es necesario restringir la vida social para evitar otro confinamiento. «Lo que vemos es que muchos de los brotes están relacionados con reuniones de grupos de amigos y familiares, que se juntan y están sin mascarillas. En el trabajo no encontramos tanta transmisión como en las reuniones sociales. Un confinamiento social haría mucho daño a Cáceres por eso tenemos que ayudar cumpliendo las normas», anota Carlos Arjona.

El presidente cree que si los cacereños nos concienciamos «podemos conseguir pararlo». Hace un llamamiento así a los jóvenes que a diario se concentran en los parques y celebran botellones. «Hay que hacer concienciación con ellos, es verdad que muchos tienen síntomas leves e incluso son asintomáticos, pero hay que hacerles ver que su transmisión puede crear brotes y puede ser que a los que contagien su sintomatología sea grave». Dice que es imprescindible usar la mascarilla sentados en una terraza (quitársela solo en el momento en el que se va a beber y a comer). Y apela a la responsabilidad de los padres: «No puede ser que en las puertas de los colegios se concentren padres y madres charlando y fumando sin mascarilla. Hay que evitar estas reuniones y respetar la distancia de seguridad», insiste Carlos Arjona.

NO SE CUMPLE LA CUARENTENA

A esto se une, añade, el incumplimiento de las cuarentenas. Los centros de salud han detectado que incluso pacientes con PCR positiva, si se encuentran bien, no respetan el aislamiento. Tampoco lo cumplen sus contactos directos. Frente a ello, exige a las administraciones que endurezcan las sanciones para los que incumplen. «Lo que tiene que hacer la policía no es disolver un botellón, sino sancionar y sobre todo a los reincidentes. Si la población no entiende que hay normas que hay que cumplir esta es la única manera de prevenirlo», anota.

De no respetarse las medidas y restringir las salidas, reuniones y encuentros de ocio en las próximas dos semanas el área de salud de Cáceres podría estar de nuevo colapsada: «Los hospitales están en una situación grave ahora. Cada semana hay el doble de ingresados que la anterior y cada vez hay más gente en la UCI. El problema es que, si estas se colapsan, hay que parar las operaciones y, si se colapsan los hospitales, no se pueden atender otras patologías», explica. En estos momentos los pacientes infectados se concentran en el hospital San Pedro de Alcántara, repartidos ya entre tres plantas, aunque Arjona no descarta que se tenga que recurrir de nuevo al Nuestra Señora de la Montaña, a juzgar por el avance del virus. En esta segunda ola ya se han contagiado dos facultativos (uno más está pendiente de confirmación por PCR).

CRISIS EN ATENCIÓN PRIMARIA

El avance de la pandemia afecta también a los centros de salud, que están «desbordados». Asegura que, de media, un médico de familia atiende al día unas 70 consultas, entre llamadas telefónicas, visitas presenciales, gestionar las bajas a los positivos y de sus contactos y realizar el seguimiento a los contagios. «Están desbordados. Parece que no hay nadie en los centros de salud, pero los médicos no damos a basto y va a llegar un momento en que, si esto sigue aumentando, no vamos a poder asumirlo», insiste.

Faltan administrativos que puedan responder las cientos de llamadas telefónicas que se reciben diariamente, enfermeros, facultativos y más rastreadores para realizar los seguimientos de los contactos estrechos, ante la previsión de que los infectados sigan en aumento. Temen la temporada de la gripe: «Estamos temblando», reconoce. Para afrontar el invierno será necesario aumentar la jornada de los médicos; es la única solución posible para poder atender a todos los pacientes y evitar que las visitas a los servicios de Urgencias se disparen. Aún así, pide a los cacereños que se vacunen para prevenir al máximo posible el contagio de la gripe.