El 20% de las obras que se inician en la ciudad lo hacen sin la licencia reglamentaria expedientada por el ayuntamiento, lo que provoca que sean denunciadas y paralizadas si es necesario. En los primeros nueve meses de este año, la policía local ha inspeccionado 223 obras, de las que 178 tenían los permisos obligatorios, pero 37 carecían de licencia --por lo que han sido denunciadas--, siete fueron precintadas, y 17 paralizadas.

Así se desprende del último informe de la policía local, correspondiente a los meses de enero a septiembre, en los que también se han registrado 38 ocupaciones de la vía pública. El porcentaje de obras ilegales no ha bajado en el último año, y desde el consistorio se considera excesivo el número de irregularidades. El motivo fundamental, según los responsables municipales, es el desconocimiento sobre los trámites que hay que realizar antes de comenzar las obras.

Una vez denunciada y paralizada la obra, los autores de la misma deben poner los papeles en regla para que puedan continuar los trabajos, sacar la licencia y ver si las edificaciones siguen o no.

Este problema, lejos de disminuir, se mantiene e incluso aumenta. Sin ir más lejos, en el informe policial anterior, referido al primer semestre del año, el porcentaje de obras que no tenían licencia se situó en el 15%, registrándose 27 construcciones denunciadas de las 172 que habían sido inspeccionadas por los agentes. Hace justo un año, las cifras se repetían.