Dos meses y 10 días después de constituir el nuevo gobierno local de Mérida, el alcalde Pedro Acedo ha aprobado hoy su primera reestructuración, motivada por la designación de Miguel Valdés como gerente de la empresa pública Gisvesa, dependiente de la Junta de Extremadura. De esta forma, en el nuevo organigrama, Valdés deja todas sus delegaciones, excepto la Presidencia de Alcaldía, lo que lleva aparejado también el fin de su asignación como uno de los cuatro concejales que hasta ahora disponían de dedicación exclusiva en el consistorio emeritenses, junto a Raquel Bravo, Daniel Serrano y Leonor Nogales.

Valdés continuará como concejal pero dejará de estar al frente de las áreas ed gobierno que ostentaba, cuya distribución ha recaído en dos concejales. Daniel Serrano, hasta ahora delegado de Festejos y Juventud, asume buena parte de la carga de trabajo que deja Valdés, como son la Empresa Municipal de Transportes y Contratación y Patrimonio.

Francisco Miranda también sale reforzado de la remodelación. Hasta ahora era delegado de Obras, Parque Municipal y Parques y Jardines, a las que ahora suma los departamentos de Fincas Rústicas, Agricultura y Caminos Rurales, además de la Perrera Municipal y el centro municipal La Encina. Asimismo se incorpora a la lista de concejales con dedicación exclusiva. Miranda ya tenía una media liberación, a lo que ahora suma la mitad de la liberación a tiempo completo que deja Valdés. La otra mitad recae en Juan Carlos Perdigón, delegado de Deportes (incluida la Ciudad Deportiva) y Nuevas Tecnologías.

Fernando Molina además entra a formar parte de la Junta Local de Seguridad, junto al alcalde y al delegado de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Manuel Balastegui.