"En cien días no se resuelve un desastre de cuatro años". Con esta frase se ha referido Pedro Acedo a su trabajo al frente del Ayuntamiento de Mérida desde que se constituyó la nueva corporación municipal. El alcalde emeritense se ha referido a las "dificultades extremas" en las que se encuentran las cuentas municipales, en su opinión fruto de la mala gestión del anterior gobierno local de Ángel Calle, y cuyos resultados podrían llegar a un juzgado.

Acedo confirmó que se está terminando de redactar los pliegos para la contratación de una auditoría que "demostrará", ha dicho, que los socialistas emeritenses han mentido sobre la situación económica del ayuntamiento. La auditoría, avanzó, será enviada "al Tribunal de Cuentas o donde haga falta".

Acedo sostiene que el ayuntamiento emeritense es el más endeudado de España en función de su población entre las localidades de entre 50.000 y 100.000 habitantes. Entre las medidas puestas en marcha en este periodo para solventar la situación se ha referido a una necesaria reducción de la plantilla municipal. Según los datos aportados, ya se ha reducido en 272 personas al pasar de 1.189 en mayo a los actuales 917. Avanzó asimismo que será necesario un nuevo plan de saneamiento, recogido en los presupuestos del ayuntamiento para el próximo año, y que será el tercero después de los dos elaborados por el gobierno de Ángel Calle y que no obtuvieron los resultados esperados.

En su opinión, la situación de las arcas municipales, con una deuda a bancos y proveedores que ronda los 75 millones de euros se debe a un intento de "gobernar con ideas sindicalistas del siglo XIX".

El alcalde manifestó que su equipo de gobierno continúa trabajando en el desarrollo de proyectos como el párking de la plaza de España o el Hernán Cortés, sobre el que ha dicho que se está elaborando un nuevo proyecto, con la base del anterior pero adaptado a los tiempos actuales, aunque aseguró que seguirá siendo "muy comercial‡". Avanzó nuevos proyectos, como la ubicación en el edificio de El Costurero, en la calle Almendralejo y anteriormente ocupado por los juzgados, del Museo de la Historia de Mérida y el de Juan de Ávalos.