En cien días no se resuelve un desastre de cuatro años". Con esta frase se ha referido Pedro Acedo a su trabajo y al de su equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Mérida desde que se constituyera la nueva corporación municipal resultante de las elecciones municipales del pasado 22 de mayo, y que el PP ganó con mayoría absoluta, obteniendo la mayor diferencia de votos durante la democracia en la capital extremeña.

El alcalde emeritense, en el transcurso de un desayuno de trabajo con periodistas en un hotel de la ciudad, destacó las "dificultades extremas" en las que se encontraron las cuentas municipales al llegar al ayuntamiento como resultado, dijo, de la mala gestión del anterior gobierno local de Angel Calle, y cuyas consecuencias podrían acabar en el Tribunal de Cuentas. Acedo confirmó que se están terminando de redactar los pliegos para la realización de una auditoría externa que "demostrará", señaló, que los socialistas emeritenses han mentido acerca de la situación económica que atravesaba el ayuntamiento durante su mandato.

Una vez obtenidos los resultados, estos serán enviados "al Tribunal de Cuentas o donde haga falta". Así lo avanzó Acedo en referencia a las responsabilidades sobre una gestión que ha dejado a Mérida como el ayuntamiento más endeudado de España en función de su población con respecto a las localidades de entre 50.000 y 100.000 habitantes, según dijo. Entre las medidas puestas en marcha en este periodo para solventar la situación se ha referido a una necesaria reducción de la plantilla municipal, que supera con creces a las de otras localidades extremeñas. Según los datos aportados, en poco más de tres meses se ha reducido en 272 personas, al pasar de 1.189 en mayo a los actuales 917. "Mérida tendrá la plantilla que sus ciudadanos puedan pagar", dijo, aunque sin disminuir los servicios municipales, para lo que se está estudiando una redistribución del personal.

Avanzó que será necesario un nuevo plan de saneamiento, que será incluido en los presupuestos del ayuntamiento para el 2012. Será el tercero después de los dos elaborados por el gobierno de Angel Calle y que no obtuvieron los resultados esperados. En su opinión, la situación de las arcas municipales, con una deuda a bancos y proveedores que ronda los 75 millones de euros, se debe a un intento de "gobernar con ideas sindicalistas del siglo XIX". Señaló que aún es pronto para notar una mejoría en las cuentas municipales, y pidió "un poco de paciencia" a los ciudadanos.

El alcalde manifestó que su equipo de gobierno continúa trabajando en el desarrollo de iniciativas a las que se comprometió durante la pasada campaña electoral, como el párking de la plaza de España o el Hernán Cortés. Sobre este último dijo que se está elaborando un nuevo proyecto, con la base del anterior pero adaptado a los "tiempos actuales" en los que los inversores escasean, aunque aseguró que seguirá siendo "muy comercial". Y avanzó nuevas iniciativas, como la ubicación en el edificio del costurero, en la calle Almendralejo y anteriormente ocupado por los juzgados, del Museo de la Historia de Mérida y el de Juan de Avalos.