Mérida conmemoró ayer el vigésimo aniversario de su declaración como Patrimonio Mundial con un acto en el que la consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales, destacó la importancia del equilibrio entre la conservación patrimonial de la ciudad y su uso actual. Por su parte, el alcalde, Pedro Acedo, destacó que la efeméride coincide con la fiesta grande de la ciudad, por la festividad de la patrona de Santa Eulalia. Ambos descubrieron una placa conmemorativa del nombramiento de Mérida por la UNESCO en la entrada del ayuntamiento.

La consejera se congratuló "de tener un patrimonio vivo", que cada año sigue acogiendo eventos de gran interés como es el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida o las recreaciones de Emérita Lvdica, entre otros, informa la Junta en un comunicado. Además destacó que el título concedido por la UNESCO "conlleva que, como albaceas de un bien Patrimonio de la Humanidad, seamos especialmente cuidadosos en su custodia".

Por su parte, el alcalde agradeció el trabajo que hace veinte años realizó el equipo redactor y a todos los que colaboraron para que el expediente, como el Ministerio de Cultura y la Junta y recordó que el tañido de las campanas de las iglesias emeritenses anunció la consecución del preciado galardón, informa el consistorio. En el acto de ayer también participaron, entre otros, diversos concejales y otras autoridades.