El anillo de distribución para la mejora del abastecimiento a Mérida entrará en servicio en el año 2013. Esta es la previsión que maneja Acuasur, la Sociedad Estatal de Aguas de las Cuencas del Sur, en la que está integrada la antigua Hidroguadiana, encargada del desarrollo del proyecto que está llamado a solventar al menos durante las próximas tres décadas los problemas de falta de presión del suministro en las zonas altas de la ciudad, así como de las contínuas roturas de la actual red de tuberías, en su mayor parte construida con materiales que ya no se utilizan y con cuarenta años de servicio.

Esta entidad, integrada en el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, acaba de licitar las obras de la primera fase del proyecto por valor de 18,5 millones de euros. Esta primera parte del proyecto consiste en la construcción de un anillo exterior de 15,7 kilómetros de longitud y 600 milímetros de diámetro, además de dos ramales, uno en dirección a Trujillanos y otro hacia Arroyo de San Serván, puesto que estas localidades, además de otras como Calamonte, también se beneficiarán de estas obras financiadas en un 75% por los fondos europeos. El 25% restante lo aporta el ayuntamiento.

Esta primera fase de las obras de mejora del abastecimiento a Mérida, que incuye la construcció de un nuevo depósito de reguulación de 5.000 metros cúbicos ubicado junto al existente en Proserpina, tiene un plazo de ejecución de 18 meses, aunque desde Acuasur prefieren ser cautos con respecto a las fechas. Luis Felipe Pérez, director del proyecto, señala que si todo va según lo previsto, el nuevo anillo entrará en funcionamiento a lo largo del 2013. En cuanto a posibles incidencias que puedan retrasar las obras de ejecución, señala que el principal obstáculo se podría encontrar en los restos arqueológicos. Los estudios previos realizados indican la presencia de al menos unas 150 afecciones de este tipo localizadas a lo largo del recorrido que realizan los casi 16 kilómetros de tuberías del nuevo anillo.

A lo largo del presente año se espera que se licite la nueva estación de tratamiento de agua potable (ETAP), que se instalará a unos dos kilómetros de la presa de Alange. Finalmente se ha elegido esta ubicación, frente a la inicial en el Cerro de las Norias, porque ofrece mejores resultados en cuanto al bombeo de agua hacia la ciudad, y un coste más reducido. Esta estación de última generación tendrá una capacidad de tratamiento de 600 litros por segundo, frente a los 450 litros de la actual.

Según el responsable del proyecto, aún se desconoce si la vieja ETAP continuará prestando servicio junto a la nueva, aunque añade lo normal es que el sistema se sustente únicamente con las nuevas instalaciones. Según indica, la nueva red garantiza el abastecimiento a una población de 100.000 habitantes.

En cuanto a su funcionamiento, indica que se va a "sectorizar" el suministro, de tal manera que el nuevo anillo se conectará a la actual red en aquellos puntos que por su elevada situación el agua llega con baja presión. Estas zonas se concentran en la Zona Norte de la ciudad, así como en las barriadas de San Juan, Santa Eulalia, Juan Canet o en la urbanización Montealto.