Mañana de ajedrez en la plaza de España. Unos 70 ajedrecistas de todas las edades participaron ayer en el segundo torneo solidario Ayuda al Pueblo Saharaui, una iniciativa promovida por el Club Magic Extremadura junto con la Asociación Sahara Mérida con el objetivo de recaudar fondos para esta causa. "Lo hicimos el año pasado porque tuvimos un contacto con la asociación e invitamos a los chicos saharauis acogidos a que visitaran nuestro club y vimos que se entusiasmaron, nos gustó ver que era positivo y cuando se fueron organizamos el primer torneo solidario", explica el presidente del club Magic, Juan Antonio Montero.

Este club de ajedrez, que está integrado en la actualidad por unos 110 socios, tiene "una faceta deportiva, pero también social", ya que desde el colectivo trabajan colaborando con numerosos proyectos de carácter social. De esta forma, Montero destaca que a través de este tipo de iniciativas, "se fomenta el deporte y los valores solidarios", sobre todo incidiendo en los más jóvenes.

"En la ciudad el ajedrez es muy importante y tenemos muchísima cantera con niños muy jóvenes, porque el ajedrez da unos valores magníficos, como el respeto, la buena educación, la cortesía o el valor del silencio", sostiene el presidente. "Muchos valores cívicos y éticos que al final sirven para pensar y planificar, por lo que de una forma lúdica se acostumbran desde muy pequeñitos", señala Montero, quien apunta que el ajedrez es "una salida para chicos que necesitan estímulos intelectuales importantes", sin dejar a un lado "que es muy divertido y que realmente se lo pasan bien".

Durante el torneo, que arrancó en torno a las once de la mañana y se celebró por sistema suizo a siete rondas, se acercó numeroso público para ver las partidas, donde se veían parejas de adultos y jóvenes compartiendo tablero. Tras finalizar la última ronda tuvo lugar la entrega de trofeos y libros para los tres primeros clasificados y medallas hasta el décimo clasificado. No obstante, en realidad lo que al final primaba era pasar un buen rato jugando entre amigos por una buena causa y se volvió a demostrar la alta capacidad de convocatoria del ajedrez.