El alcalde Mérida, Pedro Acedo, destituye hoy a Manuel Balastegui y a Óscar Baselga como consejeros municipales dando cumplimiento así a una sentencia del Tribunal Constitucional que considera estos cargos contrarios a la Constitución y los reubica como asesor de alcaldía y coordinador de relaciones institucionales, respectivamente.

Acedo ha firmado esta mañana el Decreto de Alcaldía que suspende la existencia de esta figura de gobierno en el Ayuntamiento de Mérida, tal y como ha ordenado el Tribunal Constitucional a todos los ayuntamientos incluidos en la Ley de Grandes Ciudades.

El regidor explica -según informa el ayuntamiento en una nota- que Manuel Balastegui seguirá ocupándose de la seguridad ciudadana, la limpieza y el tráfico en el puesto de Asesor de Alcaldía, aunque la concejal delegada de estas funciones será Raquel Bravo.

En el caso de Óscar Baselga pasa a ser Coordinador General de Relaciones Institucionales, Comercio e Industria. La concejal delegada de estas funciones será Ana Blanco.

Acedo manifiesa que esta decisión se apoya en que el consistorio "sigue necesitando el trabajo de estas dos personas que forman parte de un equipo de trabajo que está funcionando perfectamente y que estaba configurado para contar con todos sus miembros. Además son puestos de trabajo que estaban vacantes y que recoge la Ley de Bases del Régimen Local".

El alcalde recuerda que el ayuntamiento emeritense ha reducido al "mínimo indispensable" la dotación presupuestaria de órganos de gobierno y cargos de confianza.

Concretamente, el gasto en concejales, consejeros, altos cargos y grupos políticos ha pasado de 1.118.000 euros en 2007 (con el gobierno de socialista de Ángel Calle) a 557.000 euros que es el gasto actual, lo que supone un ahorro de dos millones de euros en cuatro años, ha indicado el alcalde.

"También se han eliminado comisiones de servicio, personal de libre designación, direcciones y jefaturas que han pasado de costar 616.000 euros a 97.000 euros. El cambio de consejeros municipales por estos otros puestos no supondrá ningún incremento en el gasto para las arcas municipales", añade.

Por su parte, el grupo socialista considera que Acedo "burla" ahora el mandato del Tribunal Constitucional y se limita a cambiar el nombre para que continúen percibiendo un sueldo que sale del bolsillo de los emeritenses.

"Pero, además de burlarse del Constitucional para mantener a sus amigos en cargos públicos tendrá que incumplir sus propio plan de saneamiento al tener que crear nuevas plazas, algo no permitido por este Plan y dotarlas económicamente, generando un nuevo gasto", añade.

"¿No era según Acedo el excesivo gasto en personal lo que justificaba 28 despidos? Pues poco importa el gasto cuando se trata de tener contentos a sus compañeros de partido, que ya han demostrado sobradamente que más que cargos responsables son "cargas insoportables" para la ciudad", subraya.

Por su parte, Izquierda Unida-Mérida califica de "esperpéntico" el nombramiento de Manuel Balastegui y Óscar Baselga, como asesor y coordinador general en el seno de la administración municipal.

El nombramiento de los antiguos consejeros municipales como personal de libre designación supone la adopción por parte del equipo de gobierno de una de las medidas más criticadas desde las líneas del PP con respecto al anterior gobierno del PSOE: la proliferación de personal de libre designación para el desempeño de tareas ejecutivas, asegura IU.