La feria alcanza el ecuador y aunque baja un poco el ritmo, el buen ambiente de las tres primeras jornadas de celebración se mantiene en el día festivo local con música y copas en las calles del centro de la ciudad, que pese a las altas temperaturas un año más vuelven a llenarse de gente --ayer no tanto como el lunes por la tarde y noche-- en detrimento de las casetas del ferial. Las actividades comenzaron temprano con la celebración del Día de la Bicicleta y el Turista por la mañana y la fiesta continuó después en el entorno del Arco de Trajano, lugar al que este año se ha desplazado el botellón por la reciente apertura de varios locales de copas en la zona. "Todo va muy bien y cada vez la participación es mayor, los vecinos aprovechan estos días para olvidar los problemas cotidianos", indicó ayer el delegado de Festejos, Daniel Serrano.

La jornada arrancó a las 11 de la mañana con el Día de la Bicicleta, al que asistieron según el responsable de Festejos más de medio millar de personas de todas las edades. La comitiva contó con la presencia de Serrano y otros miembros del Gobierno regional como el director general de Relaciones Institucionales, Juan Parejo, o el director general de Deportes, Toni Pedrera, que aprovecharon la ocasión para manifestar su apoyo a la candidatura de Madrid para ser sede olímpica en 2020.

Al mismo tiempo que los participantes daban la vuelta a la ciudad en bicicleta, los voluntarios de la asociación Emérita Antiqua repartían en la puerta del Teatro Romano regalos y folletos promocionales para los turistas.

La fiesta continuó ya después por la tarde --a la hora de las cañas fueron pocos los emeritenses que se animaron a salir y al mediodía la mayoría de las casetas del ferial permanecían cerradas-- fundamentalmente en los alrededores del Arco de Trajano. Aunque no hubo tanta afluencia como el lunes, cientos de jóvenes se congregaron de nuevo alrdedor del monumento para hacer botellón. Los grandes perjudicadas, los hosteleros del recinto ferial, del que algunos incluso se plantean marcharse antes de tiempo.

Allí los precios reducidos en combinados y raciones funcionan sobre todo por la noche con gente más mayor, pero ni aún así casetas como el Cortijo Extremeño, la Pulpería Gallega o El Encinar de los vecinos de Las Abadías han conseguido atraer al público de ediciones anteriores. "Después de nueve años, por primera vez nos estamos planteando si repetir la próxima feria", afirma María del Carmen Roldán, responsable de esta última carpa.

"En los últimos cuatro años el bajón de la feria se ha notado mucho por la crisis y como estamos, con el centro también habría que hacer algo. Antiguamente se cerraba y como ahora sigan así, los feriantes van a terminar por no montar", afirma Manuel González de la Rubia, responsable de seguridad de la caseta Macarrón Solidario.