Los trabajos desarrollados a lo largo de los últimos meses por el Instituto de Arqueología de Mérida en los alrededores del arco de Trajano, en el centro de la ciudad, han venido a confirmar lo que ya se sospechaba de este monumento. Es decir, que en su diseño original el conocido arco emeritense, que actualmente tiene varios metros bajo tierra, poseía dos pequeñas puertas a ambos lados.

Por esta razón, se ha procedido a la realización de excavaciones arqueológicas en una de estas zonas. Una vez que se ha confirmado la existencia estas dos puertas laterales del arco, el Instituto de Arqueología presentará una propuesta a la Comisión Ejecutiva del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida para decidir si parte de estos nuevos restos se deja visible.