El Grupo Sabaté-Diosos, propietario de las empresas corcheras Arcobel y Aseicork, ha dado un paso más allá en sus pretensiones de presentar un expediente de regulación de empleo y ha anunciado a los sindicatos, comité de empresas y trabajadores el cierre definitivo de las dos fábricas y el despido de todos los empleados, 148 entre las dos.

La idea primera era iniciar un expediente de regulación de empleo semestral con extinción de contratos, para el que la empresa ha había realizado una previsión de 5 millones de euros, que se tenía que empezar a negociar el lunes 3, y que afectaría a los 48 trabajadores de Aseicork y al 80% de la plantilla Arcobel. Los sindicatos estaban esperando la notificación para iniciar las negociaciones y ésta llegó anteayer, pero la sorpresa fue mayúscula, ya que en ella se comunicaba el cierre total de las empresas y el despido de todos los trabajadores por causas económicas.

Los directivos de la empresa se reunirán el lunes con los representantes sindicales a los que entregarán la documentación. Mateo Guerra, de CCOO, manifestó ayer que esperaba que desde la empresa se les haga alguna propuesta, "aunque no sabemos que nos podrán entregar".

El escrito con el cierre de la actividad y extinción de los empleos fue colocado ayer en el tablón de anuncios de Arcobel.

El lunes los sindicatos recibirán los datos económicos de los últimos tres años y pedirán un tiempo de reflexión, "aunque pediremos más, porque nosotros seguimos entendiendo que es Corchos de Mérida y que esto es una sociedad instrumental que se ha creado para cerrar y llevarse las subvenciones a otros lugares".

La pasada semana se conoció que el plan de viabilidad de la empresa había fracasado al no conseguir reunir 7,5 millones de euros para modernizar la maquinaria y bajar el coste de la producción.