La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Mérida inició ayer el juicio contra la exconcejala del PP Raquel Bravo por los ruidos del pub Caramelo. La que fuera responsable de Medio Ambiente durante la última legislatura de Pedro Acedo está acusada de un supuesto delito continuado de prevaricación administrativa por no hacer caso de las denuncias que presentaron los vecinos contra los ruidos de este bar que se ubicaba en Los Bodegones, y se enfrenta a una pena de dos años de prisión, nueve de inhabilitación y una multa de 9.000 euros. Ayer declaró ante el juez junto al técnico municipal T.M., acusado por la misma causa.

Los hechos denunciados se remontan al año 2008, cuando el establecimiento abrió sus puertas y los vecinos empezaron a denunciar por el exceso de ruido. Por aquel entonces la delegada de Medio Ambiente era la socialista Marisa Tena, pero con el cambio de gobierno en 2011, Bravo asumió las funciones de la delegación de Medio Ambiente. Entre 2011 y 2013 los vecinos volvieron a presentar denuncias reiteradas ante la Policía Local, unas reclamaciones que, según la Fiscalía, no fueron tomadas en consideración por parte de Bravo y del funcionario municipal. Por ello considera que se produjo un delito de prevaricación por omisión.

En su declaración ante el juez, Bravo reiteró ayer los argumentos que ha venido defendiendo en los últimos meses: que si no dio curso a las denuncias fue porque no llegaban a la Delegación de Medio Ambiente y por tanto, no tenía conocimiento de las mismas para tramitarlas. El juicio por esta causa continuará hoy.