El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García, presidió ayer por la tarde la ceremonia de consagración del altar y templo concatedralicio de Mérida, dedicado a la Asunción de Santa María.

En la historia de esta iglesia no hay constancia de que, en su momento, se hiciera la consagración de este templo concatedralicio, por lo que el arzobispo ha querido que se realice ahora, en el marco del doble aniversario que este año está celebrando la diócesis, el 1.350 aniversario del primer documento que cita a Mérida con una comunidad cristiana plenamente constituida y el 750 aniversario de la instauración de la diócesis en Badajoz.

La ceremonia de consagración tuvo varios momentos, entre los que destacó la unción con crisma del altar mayor y las paredes del templo, con lo que el primero se convierte en símbolo de Cristo y, el segundo, en imagen de la Ciudad Santa de Dios.

Una vez realizada la consagración, el arzobispo presidió la celebración de la eucaristía.

Además de la presencia del consejero de Cultura, Francisco Muñoz, el acto contó con la asistencia del arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, Antonio Montero, arciprestes, vicarios y cabildo metropolitano, además de numerosos fieles. También se inauguró una placa en recuerdo de este momento histórico.