El constante crecimiento urbanístico y las dificultades para la construcción de nuevas iglesias complica que la labor pastoral llegue a todos los fieles. Esta situación se verá próximamente con las nuevas construcciones y ya se está notando en lugares como las urbanizaciones Montealto y El Prado, donde los templos están apartados de zonas residenciales con más de 6.000 personas. Por ello, para a tender a este creciente censo los sacerdotes plantean la posibilidad de "tener sitios de presencia, con pisos dotacionales del ayuntamiento, con algún salón para celebrar catequesis o la eucaristía". Eso "es más factible que hacer una parroquia nueva, que cuesta doscientos millones de pesetas".

Así lo manifestó ayer el arcipreste de Mérida, Emilio Sánchez, durante la presentación de los nuevos límites parroquiales y el callejero de las iglesias en la ciudad. A este respecto, avanzó que solo se va a hacer un templo más en Mérida próximamente, que estará ubicado en Los Bodegones --otra zona de expansión--, cuyo proyecto ya se ha recepcionado y se está pendiente del inicio de los trabajos.

EL NUEVO MAPA Además, las previsiones urbanísticas y la necesidad de equilibrar ese crecimiento poblacional con la distribución de las parroquias ha obligado a elaborar un nuevo mapa con los límites parroquiales para saber qué zonas abarca cada iglesia, y que estará vigente desde el próximo domingo.

Se trata de una cuestión importante desde el punto de vista de la jurisdicción, que "afecta sobre todo a cuestiones como bodas o entierros, aunque luego las personas seguirán yendo, por su costumbre, a las mismas parroquias que ahora", comentó.

Así, el nuevo callejero prevé ese crecimiento poblacional por lo que el radio de población de la mayoría de las parroquias crece, aunque otras como San José, Santa Eulalia y San Francisco de Sales se ven más descargadas. Por ejemplo, toda la zona que va desde Calderón de la Barca hacía Reina Sofia pasa de San José a Santa María.