Nueva oportunidad para la cafetería de la marquesina de autobuses del paseo de Roma. El Ayuntamiento de Mérida adjudica a un particular la gestión y explotación de este recinto por un importe de 4.545 euros al año (IVA incluido), lo que supone un incremento con respecto al precio inicial de licitación, que fue de 2.297 euros con los impuestos inluidos. En concreto, el plazo de concesión es de cuatro años con opción a uno más de prórroga.

Según se recoge en los documentos publicados en la plataforma de contratación del Estado, la Junta de Gobierno Local acordó el pasado 23 de agosto la adjudicación de este contrato a Juan Luis Pérez Gijón por haber presentado la oferta más favorable económicamente para la Administración y cumplir todos los requisitos, de las dos que se presentaron al concurso público.

El pliego de condiciones contempla que el adjudicatario será responsable de la ejecución de las obras e instalaciones de acondicionamiento que sean necesarias para el servicio de cafetería, así como del mobiliario para su funcionamiento «en perfectas condiciones de calidad y servicio».

Entre otras cuestiones, el pliego recoge que los precios de venta al público no podrán superar los importes medios de los establecimientos ubicados en el entorno de la plaza de España. Por su parte, el horario de apertura y cierrre de esta actividad estará vinculado al que tiene el servicio de autobuses urbanos. El inmueble que acoge la cafetería es de planta rectangular con una zona para la marquesina de la parada de autobuses urbanos, equipado con un quiosco y dos aseos. Las instalaciones están dotadas de electricidad, alumbrado, ventilación y fontanería. La superficie útil del quiosco es de 9,51 metros cuadrados, mientras que la de los aseos es de seis metros cuadrados y el total útil asciende a 15,51 metros cuadrados.

Cabe recordar que en junio del pasado año la cafetería abrió de nuevo sus puertas al público tras haber permanecido cerrada durante más de una década sin ofrecer este servicio hostelero a los ciudadanos, sin embargo, la esperada apertura duró apenas tres meses. La delegada de Contrataciones y portavoz municipal, Carmen Yáñez, explicó en su momento que el adjudicatario había renunciado a la concesión alegando en un escrito «motivos personales». El Gobierno local había sacado a licitación la gestión de este establecimiento en abril de 2017 para recuperar este servicio.