El Equipo de Gobierno trabaja para poner cerco a los botellones en la zona centro de la ciudad, especialmente los que se organizan en los entornos monumentales de la Alcazaba, el templo de Diana o en el paseo del río entre el puente romano y el Lusitania. El delegado de la Policía Local, Félix Palma, señala que los agentes desarrolla estas actuaciones de forma permanente, no obstante, con la llegada del buen tiempo las reuniones para beber en la calle van a proliferar más y por ello se trabajará si cabe con mayor presencia.

"En esta cuestión hacemos hincapié durante todo el año, de hecho una de los primeras consignas que se dio a la policía fue la de controlar los botellones", manifiesta el edil del área, quien reconoce a su vez que es un tema que "preocupa mucho". Normalmente, los agentes actúan disolviendo estos grupos e "invitan" a los jóvenes a que se marchen a la zona del ferial, lo más alejado posible de las viviendas para "no molestar a terceras personas".

En este sentido, el delegado explica que los botellones que se celebran en las proximidades de los monumentos "generan mala imagen en una ciudad patrimonio de la humanidad", a lo que se suma "la cantidad de suciedad que es enorme", así como los "destrozos en el mobiliario urbano". Además, estas acciones afectan al patrimonio de los ciudadanos, "no solo al del ayuntamiento". Durante el pasado puente del 1 de mayo, cuando coincidieron en la ciudad la celebración de varios eventos, como un encuentro que congregó a más de 2.000 jóvenes scout, así como la alta afluencia de turistas, el Gobierno municipal solicitó permiso a la Delegación del Gobierno en Extremadura para que los policías locales pudieran actuar de paisanos. Una medida que en el caso de los botellones resulta bastante efectiva y que Palma asegura que se va a seguir llevando a cabo. Estas actuaciones se unen a las de control de la venta de bebidas alcohólicas a menores en establecimientos sin licencia.

En relación al traslado de la sede de la policía local, el delegado indicó que el Equipo de Gobierno está en conversaciones con la Junta de Extremadura para negociar el uso de algún edificio del Gobierno regional. "Una de nuestras prioridades es cambiar la sede porque no reúne las condiciones dignas para trabajar", señaló Palma, quien destacó que realizar el cambio al Tercer Milenio es una de las opciones que se están barajando.