El festival Privilege se ha convertido en el último caballo de batalla de la política municipal. Su promotor, detenido por la Policía Nacional acusado de estafa, se ha comprometido a devolver los 3.000 euros en entradas, después de que este se suspendiera. Ahora el debate está en saber si el ayuntamiento patrocinó ese evento, en cuyo cartel aparecía el logo municipal. El delegado de Juventud, Roberto Olivera, negó tajantemente su vinculación con la organización de este festival. Es más, aseguró que su promotor había copiado el logotipo municipal sin consentimiento del ayuntamiento. Reconoce que mantuvieron un contacto pero que el promotor no llegó a presentar la documentación pertinente, con lo que automáticamente se rompieron las negociaciones. Además, alegó que el ayuntamiento es "parte afectada" en este caso y recordó otros más graves de la anterior corporación como el fallido concierto de Joaquín Sabina, en el que se "estafaron 7.000 euros a 150 personas". Por alusiones, Begoña Saussol, entonces concejala de Festejos, aseveró que, a diferencia de Olivera, ellos dieron la cara desde el primer momento y denunciaron el caso por estafa. Además, afirmó que el consistorio lleva anunciado a bombo y platillo este festival en la web municipal desde hace meses.