Tender la mano siempre es positivo. En otra época chocar las manos era significado de firma notarial. Era la palabra de hombre. Y nadie la rompía. Los tratos siempre terminaban con un apretón de manos. No había papeles. Ni notarios. Ni testigos. Valía la palabra y la mano.

El alcalde, Pedro Acedo, tiende la mano a la Junta de Extremadura para, si lo desea, brindarle los terrenos municipales del antiguo cartel Hernán Cortés para que se instalen en ellos los juzgados y la Comisaría de Policía, al ser un lugar céntrico y con todas las posibilidades.

Es lo mejor. Sentarse. En la camilla. Con brasero y badila y echar una firma para que el calor llegue a todas partes. Ha llegado la primavera y habrá que sustituir la camilla por unas cómodas butacas al aire libre y tratar de compaginar ambas instituciones, brindarse mutuamente para conseguir objetivos comunes.

Otro tema a tratar es el Museo Visigodo. El Director del Instituto de Arqueología de Mérida, que depende del Centro Superior de Investigaciones Científicas, y Director del Consorcio de la Ciudad Monumental, Pedro Mateos, ha declarado en una entrevista en la cadena SER que "hay que hacer un planteamiento por lo que entendemos como Museo Nacional de Arte Visigodo, lo principal es conseguir una meta soñada que es un museo que quizás no sea necesario que se nacional, es mi opinión, pero lo interesante es que sea un museo como tal, con un proyecto museográfico propio, una investigación sobre su periodo, porque un museo no es sólo un contenedor de piezas, es un centro donde se debe investigar".

Unir las fuerzas del ayuntamiento y Junta de Extremadura es algo tan positivo que si se logra sin resentimientos, olvidando ciertas posturas y planteando proyectos conjuntos sin crispaciones, Mérida llegará a la meta que quiera, sin necesidad de pedir nada que no sea suyo y justo.