Ganas de divertirse, de aprender y, sobre todo, de bailar. El edificio de la Institución Ferial de Mérida (Ifeme) fue ayer una inmensa pista de baile en la que movieron sus cuerpos cientos de emeritenses de todas las edades. Todos quisieron participar en el primer festival Mérida Baila, organizado por el ayuntamiento y por la asociación sociocultural Debaile. Desde las 12 de la mañana hasta la madrugada, el recinto acogió multitud de actividades relacionadas con el baile, sobre todo de salón, y distintos tipos de talleres. Bailar no cuesta nada y en tiempos de crisis viene muy bien para cuerpo y mente, pensaron los allí presentes.

Además, muchos de estos ciudadanos tuvieron la oportunidad de conocer el recinto ferial, que se estrena también en la acogida de eventos. Pequeños como María y Alejandro, y algo más mayores como Carmen, disfrutaron con una actividad que para esta última es un modo de vida, ya que lleva bailando "más de cuarenta años" en todo tipo de pistas, desde "casetas de feria, salones de boda o en el salón de mi casa, me da igual con tal de bailar", señala mientras no deja de moverse al ritmo de la música.

Además, sirvió de punto de encuentro, de convivencia, de todos los amantes del baile de salón. Al menos así lo planteó la propia asociación organizadora, compuesta por unas 300 personas, y que pulieron de forma gratuita las buenas maneras de unos y los inicios de otros en este arte.

Quizás algunos sueñen con ser tan buenos en el baile como algunos bailarines que deleitaron ayer a los asistentes y que han sido recientemente campeones de Europa en distintas modalidades de baile de salón.

Los más pequeños bailaron batuca y salsa; los jóvenes merengue y hip-hop, mientras que el pasodoble hizo las delicias de los mayores.

Debaile realiza sus actividades habitualmente en los centros sociales de barriadas como San Bartolomé, La Antigua y la Zona Sur, a parte de realizarlas en locales de copas como la Sala Budda, La Habanera o El Bujío.