La barriada de San Juan tiene pendientes diversas mejoras, pero con claras prioridades: la ampliación de la señalización del tráfico, inexistente en muchas calles, y el aumento de la presión con que el agua llega a las casas de la parte más alta. El presidente de la asociación de vecinos, Juan Manuel Sánchez, indica que son peticiones que han trasladado al ayuntamiento en numerosas ocasiones, sin que hasta ahora hayan sido atendidas. "Hace poco he hecho el último escrito y me han contestado que van a venir a revisar las señales", comenta, consciente de las dificultades económicas actuales, pero también de que algunas cuestiones dependen más de la voluntad que de otra cosa.

San Juan se encuentra al norte de Mérida y se originó en torno a 1960, cuando trabajadores de localidades cercanas se trasladaron en un elevado número a la ciudad en busca de empleo, según recuerda Sánchez. Presenta un trazado bastante regular de calles en su mayoría de un solo sentido llenas de viviendas de una o dos plantas. Muchas de ellas, carecen de señales de tráfico --en algunos casos, se han caído y no se han repuesto-- y de pasos de cebra. "Hay muchos cruces en los que no está señalizado quién tiene la prioridad, lo cual es peligroso", advierte Sánchez, que ha reclamado también bandas reductoras en las vías de bajada, donde los vehículos tienden a tomar bastante velocidad.

Otra petición muy importante de la zona es la mejora de la presión del agua en la parte más alta. "Algunos vecinos han tenido que instalar bombas, pero se debería dar una solución general", considera el presidente vecinal, que no está seguro de si las obras del nuevo anillo del agua pueden contribuir a mejorar esta situación. "Tal vez sí, pero quizá si las tuberías de esta parte siguen sin tener buenas condiciones, no se va a resolver este problema".

Además, Sánchez señala que hay bastantes arreglos pendientes en la zona, del tipo de baldosas o aceras rotas. "Esa zona levantada de ahí, lleva así un mes", asegura. También ha avisado al consistorio de la existencia de solares vacíos en los que se acumula maleza, aparte de insectos y otros animales. "A ver si ahora con el bando que han sacado, por fin se encarga el ayuntamiento de limpiarlos si no lo hacen sus propietarios, y que luego les pasen la factura". También echa en falta papeleras, aunque valora positivamente el servicio de limpieza, y una presencia policial más constante. "La Policía Local pasa por aquí, pero para poco".

En cuanto al ambiente del barrio, el presidente considera que es correcto, "con sus problemas, como en todos sitios", y señala la labor de la asociación, que cuenta con unos 200 miembros y que la semana pasada celebró su semana cultural con buena acogida de sus actividades.