El barrio de Santa María tiene por eje la calle San Salvador, que desemboca en la plaza de Santa María. En toda la zona y sus adyacentes, el reasfaltado por el Plan E, en el año 2009, ha dejado un deficiente firme lleno de baches e irregularidades, según los vecinos. Es el mayor problema de un céntrico barrio que presume de tranquilidad y servicios, y apenas reivindica el arreglo de algunos desperfectos, como las baldosas rotas de la plaza de Santa Clara, próxima a la Asamblea de Extremadura.

En el apartado de logros, se celebra que se ha limitado el acceso de vehículos con las cámaras que controlan y multan a quienes no tienen autorizada la entrada y también se ha reducido la población de palomas, que estaba causando problemas de salubridad. En pendientes, sin embargo, queda la solicitada reubicación de la parada de taxis, actualmente localizada en la plaza de España y cuya elevada afluencia critican los vecinos.

"Nuestra mayor queja es el estado en que dejaron el asfalto, por cambiar los adoquines con el Plan E cuando teníamos unos lisos que se encontraban en perfecto estado", explican Benito Garrido y Julia Cidoncha, presidente y tesorera, respectivamente, de la Asociación de Vecinos Santa María. Paseando por la zona, se pueden observar fácilmente zonas con los adoquines levantados y la falta de uniformidad del firme. "Esto en cuanto llueve, forma unos charcos impresionantes, que provocan importantes molestias", explica Garrido, que está pendiente de una reunión con el delegado de Obras, Francisco Miranda, sobre este tema.

El presidente vecinal también ha recurrido al presidente de la Asamblea, Fernando Manzano, para plantearle la posibilidad de que esta institución colabore en la adecuación de las calles cercanas, como la plaza de Santa Ana, en la que se aprecian muchas baldosas rotas. "Su disposición era buena y me dijo que hablaría con los responsables del ayuntamiento", señala.

Por otra parte, Garrido y Cidoncha celebran los logros que sí se han conseguido en los últimos años, como la efectiva regulación del tráfico en varias calles semipeatonales, desde que en el 2011 se instalaron cámaras que controlan el acceso de los vehículos, o el control de la población de palomas. Son asuntos que suman a una larga lista de objetivos conseguidos, ya que la asociación se formó precisamente para luchar contra algunos locales de ocio problemáticos que funcionaban en el barrio hace más de 25 años. "Ahora estamos bastante contentos, tenemos un buen barrio".