El sistema ético de Captura, Esterilización y Retorno al lugar de origen (CER) es considerado el método más eficaz a la hora de gestionar y reducir las poblaciones felinas en la calle. A través de este sistema, los gatos callejeros son capturados y se llevan al veterinario para su esterilización, desparasitación, revisión sanitaria y posterior marca en la oreja para reconocerlos y no volver a capturarlos, ya que son devueltos a la colonia.

Este método ayuda a mejorar la calidad de vida de los gatos, ya que los machos dejan de pelear y deambular para encontrar una hembra en celo; se elimina el marcaje del territorio con orina; las hembras dejan de emitir aullidos que pueden llegar a ser muy molestos; y se detiene la servidumbre de crianza y todo lo que ello implica.

Cabe destacar que este sistema también presenta numerosos beneficios en el bienestar social y en la convivencia vecinal, entre ellos, la desaparición de molestias y quejas asociadas al comportamiento reproductivo de los felinos (como el marcaje con orina, las peleas o los maullidos por el celo), al ser estos esterilizados.

Según se recoge en un informe de la Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANN), el CER estabiliza inmediatamente el tamaño de la colonia si por lo menos se esteriliza al 70% de los adultos fértiles. Además, una de las características fundamentales de este programa de gestión de colonias felinas es que se apoya ampliamente en la participación de la ciudadanía para desarrollarlo con efectividad.

Un buen ejemplo de convivencia entre los gatos callejeros y la ciudadanía se da en pleno centro de Roma, en la zona conocida como antiguo Campo de Marte, donde se encuentra Largo Di Torre Argentina, un conjunto de ruinas romanas formadas por cuatro antiguos templos y los restos del viejo teatro de Pompeyo que hoy son parte del más famoso santuario de gatos de Roma. En la actualidad, los felinos de la ‘ciudad eterna’ son un reclamo turístico más.