La calle Santa Eulalia ha sido siempre centro neurálgico de la ciudad de Mérida. En la posguerra era el lugar donde había más comercios de la ciudad, donde se paseaba por la noche y acogía el trasiego de viajeros que venían de la estación del ferrocarril o en autobuses a comprar. Mérida era el centro de comunicación más importante de Extremadura y la calle Santa Eulalia, el centro de Mérida.

La calle Santa Eulalia vivió una época de expansión. Los comercios antiguos han ido desapareciendo poco a poco. Sólo Los Leones queda como testigo del comercio de tejidos que tantos recuerdos traen a los ciudadanos emeritenses: El Barato, Tejidos Agustín, El Buen Gusto, El Metro, Zapata, La España, Luis Díez, Aragoneses, La Campana, Lidio Romo, La Jiralda, Nuevo Iris, Iris y el Lys; las ferreterías La Llave y El Candado o las zapaterías de Cándido Pérez, Zapata, Barragán, Manchón y Sudón y los bares Metropolitano, Barroso (actual bar Rafael) y algunos años después El Trópico, donde se puso El Sanatorio de la Radio.

Todo son recuerdos que hemos vivido y que en estos Viejos Escenarios Emeritenses lo estamos recuperando, son recuerdos para tenerlos siempre y que no se pierdan.

LOS LEONES Comenzó la tienda Los Leones en la calle Santa Catalina, en 1948, siendo sus dueños Carlos y Eugenio Gil Gil. En 1951 se incorporó José Wenceslao Delgado Barrero.

En 1952, Carlos Gil Gil compra una casa situada en la calle Santa Eulalia esquina con Santa Catalina, que era una antigua zapatería: La Cacereña, de Luis Franco. En este mismo lugar sigue el comercio Los Leones, como único representante del comercio tradicional.

En 1953, después de hacer una serie de obras, se abre al público. La titularidad la tiene Margarita García de Vinuesa, esposa de Carlos Gil. En la tienda comienzan a trabajar Carlos y Eugenio Gil, Jose Wenceslao Delgado, Carlos Gil García de Vinuesa y, de aprendiz, Antonio Jiménez Correa, que después pasó a la banca y fue un conocido árbitro emeritense, tenía 12 años cuando se incorporó.

La empresa crece y entra a trabajar Lorenzo Hernández Montero y Angel Gil García de Vinuesa, que con su hermano Carlos son los actuales dueños.

En Los Leones trabajaron Francisco Casablanca, Eugenio Rivera Sosa y Domingo Marzal. En 1960 se incorporaron Moisés Moreno, Felipe Sánchez, Vicente Gómez e Isidro Molina. La empresa sigue creciendo y se contratan modistas para arreglar prendas o se confeccionan a medida del cliente, con los tejidos del comercio, abrigos, trajes, chaquetas o vestidos de señoras.

En 1965, se reinaugura después de una gran obra. La titular sigue siendo Margarita García de Vinuesa. De jefe, su marido, Carlos Gil. Dependiente mayor y apoderado Eugenio Gil y como dependientes Carlos y Angel Gil Garcia de Vinuesa, Antonio Jiménez Correa, Felipe Sánchez Murillo y Vicente Gómez Collado. Como modistas Brígida Moreno, Rosi Moreno, Leo Sánchez y Carmen Cruz. La empresa amplia sus dependencias con deportes y caza y entra más personal a trabajar, como Luis Morales Moreno y José Solís Quirós.

En 1967, al margen de esta plantilla, se unieron Carlos Gil, hijo de Angel, Brígido Moreno, Florencia Vizuete, Luis Morales y José Solís. Paralelamente se abre una tienda de deportes en el mismo edificio que lleva de forma personal Angel Gil García de Vinuesa y se amplia en un local de la puerta de la Villa donde actualmente sigue desarrollando su actividad.