Los bomberos de la ciudad denuncian las dificultades que tienen para trabajar por las barreras urbanísticas que se encuentran en determinadas calles y caminos, algo de lo que han informado en reiteradas ocasiones al ayuntamiento, "sin que hayan hecho caso a ningún informe", aseguran a EL PERIODICO EXTREMADURA fuentes del parque municipal, que demandan que se les tenga en cuenta a la hora de hacer planes urbanísticos.

Un claro ejemplo de esta situación fue el incendio del pasado martes cerca del ferial --tal y como informó este periódico-- al que los efectivos llegaron tarde debido a que el camino por donde debían entrar estaba cortado por bolos y piedras, por lo que debieron seguir por las vías del tren y atravesando cortijos junto al centro de transportes. "Si por cualquier cosa pasa un accidente de tren ahí, nosotros no podríamos entrar porque el camino está cortado", reiteró un bombero.

Como éste, ha habido más casos, "huecos y zonas desprotegidas donde no puedes meterte hay muchas en Mérida", sin que nadie haga nada por solucionarlo, lamentan.

Así, comentó que, por las características de la ciudad, hay muchas calles estrechas por las que no pueden pasar, además de bolos mal colocados que impiden hacer correctamente su trabajo.

Pero los problemas, según este colectivo no terminan aquí, ya que "cuando hay personal de baja tampoco mete más personal", y se da la circunstancia de que es escasez en el servicio hace que, cuando se dan varios focos simultáneos, no pueden acudir a todos en el tiempo en el que sería aconsejable.

SEIS SALIDAS AL DIA

En este sentido, el problema se agrava en los meses de verano, cuando más incendios se registran. La media en esta época es de "seis o siete salidas diarias", y si no atienden las demandas "todo se complica más, porque no nos hacen caso". A lo largo del año, afirman, llegan a realizar más de 700 salidas para sofocar incendios, atender accidentes, la apertura de puertas o el rescate de personas o animales, entre otras muchas funciones.

La falta de medios del parque de bomberos es una reclamación que los propios profesionales y los sindicatos llevan haciendo desde hace tres años, tanto por lo que respecta a la escasez de personal como a la disponibilidad de vehículos. El consistorio amplió la plantilla con tres personas y habilitó un camión más pequeño para las calles estrechas, medidas que aún consideran insuficientes.