El colectivo de trabajadoras del servicio municipal de limpieza de edificios públicos del ayuntamiento protagonizó ayer una cacerolada para hacerse oír, ante la negativa del equipo de gobierno de escuchar sus reivindicaciones.

La cacerolada estaba convocado por los sindicatos UGT y CCOO y asistieron medio centenar de limpiadora que se concentraron ante las puertas de la casa consistorial, donde reivindicaron que se les asigne un puesto de trabajo en un centro. Esta es la cuarta protesta que realiza este colectivo, que volverá a manifestarse el próximo jueves.

ABSURDO

En un comunicado de las concejalías de Limpieza y de Personal, de la pasada semana, señala que las limpiadoras están incluidas en la Relación de Puestos de Trabajo y que la petición de que les asignen un centro "es tan absurda como que cada Policía Local estuviera asignado a un cruce de calles y no pudiera moverse de el o que un electricista se encargara de arreglar una farola del entorno del teatro y se negara a arreglar otra en la Nacional-V".

Por su parte, los representantes sindicales leyeron un manifiesto donde dijeron que "no entendemos la postura intransigente de la concejala de Personal, Pilar Vargas, a no convocar la Mesa Sectorial de Negociación del Servicio de Limpieza, incumpliendo su compromiso adquirido ante todo el colectivo de limpiadoras el mes pasado en la planta baja y que ha originado las actuales movilizaciones y protestas".

Además dijeron que pueden demostrar con documentación cómo por parte de Pilar Vargas dirigió un escrito para la asignación de puestos concretos para las trabajadoras del servicio de limpieza.