El cadáver hallado el pasado jueves en el río Guadiana no presenta signos de muerte por violencia, según la información facilitada ayer por fuentes de la Delegación del Gobierno de acuerdo a la autopsia practicada en el Instituto de Medicina Legal de Badajoz. No obstante, aún no se ha podido constatar la identidad del fallecido, de forma que las investigaciones para ello siguen su curso.

El cuerpo podría pertenecer a un hombre de unos 40 o 50 años y como se recordará, apareció el pasado jueves flotando en las aguas del río Guadiana a unos dos kilómetros del casco urbano, junto a la carretera de Alange y el almacén de Casamayor. Fueron los operarios de la empresa pública Tragsa quienes dieron la voz de alarma sobre las diez y media de la mañana al encontrar el cuerpo, en avanzado estado de descomposición, mientras realizaban labores de limpieza de camalote. Al lugar se desplazaron los bomberos y agentes de la policía nacional, que trasladaron el cadáver hasta la orilla en una de las barcas de los trabajadores.

Sobre las 13.30 horas, la autoridad judicial autorizó el levantamiento del cuerpo, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Badajoz. La autopsia, según confirmó la delegada del Gobierno, Cristina Herrera, comenzó ayer a las nueve y media de la mañana. Tras descartar una muerte violenta, la investigación se centra ahora en determinar la identidad del fallecido.