El alcalde de Mérida, Angel Calle, se mostró ayer a favor de la iniciativa del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, de no celebrar el Día de Extremadura en el Teatro Romano. Después de afirmar que se trataba de una decisión "meditada y cuantificada", Calle reconoció que "a todos nos gustaría que fuera en el Teatro Romano por la repercusión que tiene, pero esas cosas hay que hacerlas, porque supone un gasto mayor y no estamos para gastos", sentenció.

El primer edil también se mostró de acuerdo con la decisión de que el acto se celebrara en el Palacio de Congresos de la ciudad, "como ha dicho el presidente" y añadió que la solución escogida por Vara "tiene que hacernos ver que no podemos seguir viviendo como nuevos ricos".

Y es que Calle recordó que "la situación es muy mala, por lo que hay que intentar hacerla buena", y si es un gesto que hará ahorrar a los extremeños, resaltó, "bienvenido sea". Además, también restó importancia al hecho de que el día 7 de septiembre "los políticos encorbatados vayan a lucir palmito al Teatro Romano de Mérida".