A la vista de como ha ido la feria este año, el equipo de gobierno se plantea cambios para la próxima edición que pasan por volver a poner un día de fiesta local. Otra opción que se baraja es retrasarla del 3 al 8 de septiembre, para aprovechar el Día de Extremadura.

Así lo afirmó ayer Calle, que junto con el concejal de Festejos, Luis Valiente, ofrecieron un balance de la feria de este año, que el alcalde reconoció que no había sido un éxito, aunque algunas cosas dijo que sí habían funcionado. Como ejemplo señaló la limpieza, las infraestructura, las actividades para niños y mayores y la seguridad, a excepción de la pelea en la caseta El Quinto Pino.

Angel Calle calificó de "simplismo" relacionar día de fiesta local con éxito en la feria, "ya que puede servir para potenciarla o para que la gente se vaya", y señaló que para que una feria triunfe "se debe adaptar a los tiempos, porque las ferias tradicionales no acaban de tirar".

A pesar de todo, no quiere que el próximo año vuelva a ocurrir lo que este, una feria excesivamente larga y con poco ambiente y propuso once medidas para revitalizarla.

La primera es que la seguridad de las casetas sea legal para eliminar la figura de los porteros, "unos personajes que están para garantizar la seguridad y que son los que crean mayor inseguridad", señaló.

Como ejemplo puso lo ocurrido en la madrugada del domingo en El Quinto Pino, en la que una pelea entre porteros desembocó en el cierre de la caseta por parte del abastecedor. Calle dijo que cuenta con el respaldo de la Delegación del Gobierno de Extremadura y del nuevo jefe de la policía nacional de Extremadura.

Otra medida será mejorar el parque de atraciones, "que este año ha sido deficiente", con entradas más baratos. Para ello bajarán el precio a pagar al ayuntamiento por la parcela.

Desarrollar actividades para los adolescentes, organizar competiciones deportivas de alto nivel y conciertos de primera fila, son otras apuestas que piensan llevar a cabo.

También se difundirá la feria por las barriadas; se incentivará la vuelta de las casetas sociales, como las de los sindicatos; se contratarán actuaciones en las casetas; abaratarán el precio de las bebidas y raciones y recuperarán juegos tradicionales, como la cucaña o las carreras de sacos o cintas.