El gobierno local ha propuesto una modificación de la ordenanza fiscal que regula el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Con ello, se pretende beneficiar a los contribuyentes al fraccionar la deuda tributaria, establecer un tipo impositivo que suponga una presión fiscal igual a la de este año y beneficiar a los inmuebles en terrenos rústicos. La Gerencia Provincial del Catastro será la encargada de revisar el valor catastral de las viviendas, por lo tanto, lo afectados con estas nuevas medidas serán los ciudadanos que hayan realizado un fraude fiscal.

La primera medida será el fraccionamiento de la cuota del impuesto en distintos períodos. Así, aquellos contribuyentes que tengan domiciliado el abono del impuesto en una entidad bancaria podrán fraccionar la deuda tributaria en cuatro mensualidades, mientras que el resto de los contribuyentes podrán dividirla en dos cuotas. Además, a los contribuyentes que prefieran abonar el importe total del impuesto en un solo plazo se les aplicará una bajada del 5%.

Por otro lado, el tipo impositivo fijado actualmente para los bienes inmuebles de naturaleza urbana es del 0,832%, cifra que se estima bajará hasta el 0,740%. Los tipos de gravamen para los bienes inmuebles de naturaleza rústica serán del 1,217%, mientras que los de características especiales se situarán en el 1,30%.

El consistorio ha tomado el relevo en estas cuestiones al PP, que impulsó esta iniciativa en el año 2007. Todo ello se llevará mañana a pleno.