El Juzgado de lo Penal de Mérida ha visto incrementada su carga de trabajo un 10% en los últimos cinco años, al pasar de los 506 casos tratados en 1999 a los 558 del pasado año. Este juzgado ha sido tradicionalmente el que más acumulación laboral ha soportado de los seis que hay en la región, llegando a ver 612 casos en 1997, aunque desde el año 2002 es el de Cáceres el que tiene más trabajo. Pese a ello, las cifras siguen creciendo cada año y están muy lejos de los 450 asuntos anuales que establece el Libro Blanco de la Justicia como casos máximos que debe ver un juzgado de este tipo.

Esto ha provocado que en los últimos años se haya reivindicado un segundo juzgado de lo penal para la ciudad, incluso el presidente de la Junta así se lo hizo saber el pasado mes de diciembre el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), Julio Márquez de Prado. Sin embargo, esta petición urgente parece haberse enfriado en los últimos meses y desde el TSJEx se apuesta más por la mejora de la distribución de los casos entre los distintos juzgados. Así, la propuesta es que Badajoz se ocupe de los asuntos de Montijo y el Juzgado de lo Penal de Don Benito trate los de Almendralejo y Villafranca, olvidando esta exigencia.

En este período de tiempo, este juzgado ha visto 2.674 casos; es decir, una media de 535 cada año, una carga de trabajo muy superior a la que tienen los juzgados de Badajoz, Plasencia y Don Benito. De ellos, a lo largo del año no llegan a medio millar las resoluciones dictadas (471 el pasado año), con lo que la acumulación de asuntos pendientes no deja de crecer anualmente.