--¿Avanza la visibilidad?

--En la ciudad se va normalizando y la gente lo va aceptando, pero en las zonas rurales la mujer sigue con miedo y sin salir del armario. El problema está en las zonas rurales, porque en los sitios pequeños la gente piensa mucho en el qué dirán.

--¿Cómo hay que actuar para cambiar esa mentalidad?

--En las familias lo primero es hacer ver a los padres que tener una hija lesbiana o un hijo gay no es ningún pecado. En las escuelas hay que fomentar el respeto, la visibilidad y la diversidad.

--¿Qué papel deberían jugar las instituciones públicas?

--Las instituciones deben apoyar a las entidades por encima de todo porque somos las que estamos dando la cara, como en el caso de la asociación Extremadura Entiende a la que represento.

--¿Atienden todos los casos?

--En la asociación tenemos muchas demandas de personas que están pidiendo ayuda en las zonas rurales, incluso que están sufriendo maltrato, a las que no podemos atender por la falta de medios y requieren de asistencia psicológica o jurídica. Además hay mucha demanda de acompañamiento y necesidad de socialización de estas mujeres para sentirse más comprendidas, por ello es muy importante encontrarse con un referente y es lo que busca ser la asociación.

--¿Mérida es una ciudad abierta?

--Creo que la ciudad ha evolucionado en los últimos años y cada vez está más abierta, sobre todo por la gente joven que viene empujando. Me siento una persona libre y que la gente en Mérida me acepta, de hecho nunca he tenido ningún problema con mi pareja. El día del orgullo que se celebró el pasado martes en la plaza de España me sentí super feliz porque veía que la gente estaba disfrutando, con mucho respeto y porque había diversidad.

--¿Hay suficiente 'ambiente'?

--En Mérida no hay ningún bar de ambiente y me parece que está fuera de toda norma. Echo de menos que haya un sitio donde te encuentres con gente que piense y sienta como tú.

--¿Cómo valora que haya una concejalía de diversidad LGTBI?

--Afortunadamente tenemos esa concejalía y es de las pocas ciudades de España que tiene una, pero ahora hay que dotarla de contenido. Tenemos confianza en el Equipo de Gobierno porque valoramos muy positivamente que se tuviese en cuenta la diversidad con una concejalía concreta y creo que va a traer muy buenas cosas para Mérida. Además, lo positivo es que se ha empezado con una propuesta que hicimos desde Extremadura Entiende para que la plaza del quiosco de la música en el parque de Las VII Sillas se llame plaza de la diversidad, pero habría que organizar actos y actividades durante todo el año. No queremos que sean solo festivas, sino también culturales y pedagógicas.

--¿Un deseo para el colectivo?

--Me gustaría que no tengamos que estar reivindicando siempre desde el colectivo, porque si la sociedad nos aceptara tal y como somos no tendríamos que reivindicar nada. El colectivo LGTBI no somos un cáncer, tan solo personas diversas.