La semana pasada en los medios de Extremadura se publicaba una carta firmada por usted, como testimonio de su apoyo al posible "cierre" del Conservatorio Municipal de Música Esteban Sánchez de Mérida. Si me permite, y como alcalde, me gustaría hacerle una serie de consideraciones importantes. Creo que el enfoque de su apoyo se ha distorsionado, ya que no existe ningún peligro de cierre.

Entiendo que es usted una mujer de una enorme valía humana y su trayectoria es indiscutible, lo que la sitúa en un lugar preferente para preocuparse por la cultura. Por eso es bueno conocer de lo que estamos hablando, para no crear alarma social.

El ayuntamiento emeritense no es ajeno, sino todo lo contrario, a la actual coyuntura económica. Desde el inicio de esta legislatura, el equipo de gobierno municipal está haciendo frente a múltiples problemas por la gestión de corporaciones anteriores. La situación es dramática. Hacemos frente a una enorme deuda municipal, cuyo peor indicador es el de un déficit acumulado de casi 23 millones, lo que dificulta la sostenibilidad de esta administración. Aun así, nunca hemos hablado de cerrar el conservatorio, pese al desequilibrio entre ingresos por matrícula y gastos. No se trata de medir la cultura desde una óptica cuantitativa, pero hay que analizar este gran problema desde sus múltiples aristas. No se trata de que la cultura sea rentable, ni de que arroje beneficios económicos, pues los beneficios son muchísimos.

Este no va a cerrar el conservatorio, así de claro. En primer lugar, sus profesores son funcionarios y tendríamos que pagar sus nóminas aun sin desarrollar su trabajo. Y lo que es peor, si cerramos sería más dramática la situación, pues no tendríamos alumnos estudiando música, ni tampoco su aportación para coadyuvar al pago de profesores. Esta es la apabullante coherencia de los planteamientos que expongo.

Lo que sí hemos intentado es ajustar los sueldos y horarios del profesorado a los del resto de conservatorios de Extremadura. Esto no ha sido un capricho, sino un paso para intentar que, lo antes posible, el Gobierno extremeño pueda adquirir el compromiso de esta competencia educativa, como legítimamente le compete. Está claro que nuestra voluntad no es perjudicar a nadie, sino intentar reflotar este ayuntamiento.

XNO SE TRATAx de ser tedioso con los datos sobre los méritos y premios de una dilatada trayectoria de nuestro conservatorio, sino que, a grandes rasgos, la historia nos pone a cada cual en nuestro sitio. A usted, en el de una gran diva que ha triunfado y, a nosotros, frente a la responsabilidad de mejorar la gestión de nuestras competencias. Entre estos activos nos encontramos con un conservatorio financiado solo por un "ayuntamiento sin competencias". Existe una opción intermedia, nuestra alternativa: ajustar los recursos a la realidad.

A día de hoy, el conservatorio tiene un coste de un millón de euros. Las matrículas apenas cubren un pequeño porcentaje de sus gastos. En este centro se forman alumnos de toda la región gracias al prestigio de sus enseñanzas y la buena ubicación de la ciudad. Creemos que los vecinos de Mérida no tienen por qué sufragar un servicio que es competencia de otras administraciones y utilizados no solo alumnos emeritenses.

No pretendo venderle ninguna mentira, sino fijar nuestra posición cuando solo se ofrece de este ayuntamiento una desenfrenada visión materialista de la cultura, que tal vez podríamos haber explicado y compartido con usted, de haberse producido algún contacto para aclarar las circunstancias.

Edificamos nuestras vidas sobre pilares como el respeto, solidaridad, comprensión y fe en las personas, para tomar decisiones. Estos son algunos de los valores que impulsan a este gobierno a trabajar en aras del bien general. La música es de todos y en nuestro Conservatorio se impartirá música a la medida que nos lo permitan nuestros ingresos y nuestros presupuestos.