La Casa del Anfiteatro va a cambiar su aspecto radicalmente para hacer más cómoda la visita de los turistas, pero también para que estos comprendan mejor las riquezas que se esconden en este recinto. Se trata de uno de los espacios del yacimiento arqueológico emeritense más visitados, gracias en buena parte a su privilegiada situación, en la Plaza de Margarita Xirgú, junto a los emblemáticos teatro y anfiteatro romanos.

Ocho años después de que se aprobara el proyecto de actuación, la Consejería de Cultura acaba de licitar las obras por un importe de 1,8 millones de euros, medio millón más que la partida reservada inicialmente. Esta inversión, que se realiza con cargo al programa del 1% cultural del Ministerio de la vivienda, y que sufraga en un 75% este departamento y el 25% restante la Junta, servirá en líneas generales para construir una cubierta que proteja los restos arqueológicos. También se destinará a mejorar los accesos a los visitantes, la iluminación, los jardines que rodean el recinto, y especialmente para desarrollar un proyecto museográfico que explique al visitante, mediante carteles, las peculiaridades de los restos.

Dentro de la Casa del Anfiteatro se encuentra un tramo de la muralla, otro de la conducción del acueducto de San Lázaro, una torre de decantación de agua del mismo, restos de dos viviendas y un mausoleo.

Las casas, de finales del siglo I d. C., conservan restos de sus patios, pasillos y habitaciones, algunas pavimentadas con mosaicos, en los que se representas la vendimia y peces. Se mantuvieron abiertas hasta finales del siglo III. Tras ser abandonadas, en el siglo IV se ubicó sobre ellas una necrópolis.

El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida colaborará en la musealización del centro, y una vez terminadas las mejoras, planea utilizar el recinto para la realización de talleres con escolares para que aprendan las técnicas empleadas en las tareas de excavación arqueológica.

Sin embargo, hasta que estos proyectos puedan desarrollarse habrá aún que esperar más de dos años, puesto que la envergadura de las actuaciones previstas han obligado a fijar un plazo de ejecución de 28 meses a contar desde el inicio de las obras.