MERIDA

Las industrias más carismáticas de Mérida se fueron cerrando: La Corchera, Rumianca, El Aguila, Cepansa, La Algodonera y traemos hoy La Casera, que de una importante factoría se ha quedado en una oficina-depósito.

La Casera se instaló en Mérida en 1958. El producto era tan demandado que se tuvo que ampliar. Mérida ha sido una ciudad con raíces de estas empresas y tuvimos una de las gaseosas más carismáticas: La Camerana, de la familia García de Vinuesa Soriano.

La primera gran ampliación fue en 1964 y la segunda en 1968. La capacidad de producción era de 12.000 botellas hora. El tren de embotellamiento era de lo más moderno del mercado de entonces. Se fundó en 1949 por la familia Duffo. Su implantación en el marcado fue tal que La casera es sinónimo de gaseosa.

Se presentó por primera vez en un envase de un litro. Su producto es agua tratada y esterilizada, la blanca, bicarbonato CO2, edulcorante y ácido nítrico. Se hacían también de limón, naranja y cola siendo la blanca la que más se consumía. Las gaseosas llevan azúcar y el concentrado correspondiente de limón, naranja y cola. El tratamiento era de primera calidad.

MERCADO

El mercado extremeño era tan amplio que tenía una red de distribución en todos los pueblos de la región. Había nueve depósitos y 287 concesionarios de zona. Los depósitos en Cáceres estaban en Cáceres capital, Plasencia, Trujillo y Navalmoral de la Mata. En la provincia de Badajoz: Badajoz capital, Almendralejo, Villanueva de la Serena, Puebla de Alcocer y Castuera. Mérida distribuía. En 1975 el precio de las gaseosas de limón, naranja y cola era de diez pesetas y la blanca, que era la que más se consumía de siete cincuenta (7,50) pesetas.

Se especulaba en aquella época que el auténtico negocio de La Casera eran las botellas. En cada casa había varios envases y se iban cambiando, que previamente habían pagado. Efectivamente era un negocio, pero ruinoso, porque cada botella le costaba a la fábrica catorce pesetas incluido los portes y los gravámenes correspondientes y se vendía a ocho. La única ventaja era la constante publicidad que tenían en cada casa al tener un envase que al final lo cambiaban por otro, pero su presencia era constante.

La Casera absorbía un buen número de mano de obra en la ciudad y región, con nueve depósitos, 287 concesionarios y 140 empleados fijos de Mérida. Esta empresa cerró en Mérida en junio de 1996, en esta época tenía 85 empleados fijos y un buen número de eventuales. La empresa como tal ha sido absorbida recientemente por Schweppes. B.E (Bebidas España).