La agresión sufrida por la maestra del colegio Juan XXIII se viene a sumar a otras de gran repercusión como las sucedidas durante el curso pasado a dos maestros en Navalmoral de la Mata y dos profesoras en Villanueva. En Mérida, también hubo una denuncia por intento de agresión en el instituto Albarregas.

Cuando se produjeron estas agresiones, la Consejería de Educación emitió un comunicado en el que aseguraba: "Las agresiones contra los profesores no quedarán impunes", y recordaba que cualquier ataque contra un docente en el ejercicio de sus funciones se considera como un delito de atentado contra la autoridad.