Casi un centenar de emeritenses acuden a terapias de desintoxicación de su adicción al alcohol al centro que la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados Extremeños (Alrex) tiene en la calle Legión V. Hasta allí se acercan personas cada vez más jóvenes, ya que "si hace unos años la media de edad de los que venían era de 40 años, ahora está entre los 30 y 35 años", asegura Manuel Fernández, exalcohólico y miembro de Alrex.

La mayoría proceden de Nueva Ciudad y suelen iniciar el tratamiento después del verano, la feria o las fiestas navideñas, indica Fernández, que asegura que el botellón "no influye mucho", porque son personas que llevan bebiendo muchos años, pero "aquí vienen ya jóvenes con poco más de veinte años".

Se trata de una "enfermedad" reitera, y como tal la familia debe ayudar a los afectados, aunque "los familiares no se quieren enterar hasta que el problema es muy grave, entonces es cuando se conciencian", por lo que "cuando vienen al centro, ya están enfermos".

Una vez en el centro de desintoxicación, un médico y un psicólogo ayudan a los enfermos, y los miércoles hacen terapia de grupo, que es lo verdaderamente importante, ya que "el médico no da nunca el alta".

RECUPERACION En cualquier caso, Fernández reitera que los enfermos necesitan al menos "un par de años para rehabilitarse" sin peligro de recaídas, porque "es una cuestión de mentalización y en pocos meses no se puede dejar de beber sin riesgo de volver a caer".