Un centenar de pisos sociales tienen cortada el agua corriente por impagos que van desde los dos meses a los 24, según datos aportados por Aqualia, la adjudicataria, al Ayuntamiento de Mérida. La delegada de Servicios Sociales, Ana Blanco, tiene previsto reunirse hoy con afectados y con miembros de la Plataforma por la Renta Básica, que hace dos semanas denunciaron este problema y que elevan la cifra de familias afectadas a 600 en toda la ciudad, unas 480 residentes en pisos sociales, de acuerdo con datos que aseguran que les aportó entonces la empresa concesionaria del agua. En la reunión de hoy, Blanco espera que puedan buscar soluciones a este problema, comprometiéndose a estudiar los casos de manera individualizada.

Miembros de la plataforma y afectados ya mantuvieron un encuentro con la concejal, en el que le instaron a garantizar el acceso de este servicio básico a todos los ciudadanos. "Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona al día para cubrir las necesidades elementales. Lo que ocurre aquí va en contra de los derechos humanos", manifiesta Marisa Prudencio, miembro del colectivo por la renta básica, que actualmente mantiene una acampada reivindicativa en la ciudad. Precisamente ayer, el secretario regional del PSOE, Guillermo Fernández Vara, anunció que van a presentar una propuesta en la Asamblea para que se suspenda el canon del agua ante el "drama" de familias que no pueden pagarlo, informa Europa Press.

Prudencio asegura que la plataforma tiene contacto con decenas de familias que vienen sufriendo este problema desde hace meses. Entre ellas está el matrimonio formado por Lorena y Francisco Javier, dos jóvenes emeritenses de 22 y 27 años, respectivamente, que tienen una hija de 18 meses. Llevan varios años viviendo en un piso social que está vacío y hace un año, aproximadamente, les cortaron el agua. "En su día yo trabajaba y estaba apuntado a los pisos de protección oficial, pero desde que empezó la crisis no levanto la cabeza. Me salen cosas de 15 días o así y me busco la vida hasta recogiendo chatarra. Yo tenía otro proyecto de vida, no pensé que íbamos a vivir así", explica.

Con su mujer, también en el paro desde hace meses, se apañan para ir cogiendo agua en casa de vecinos y familiares, a donde también acuden a ducharse y a hacer la colada. "Nos ayudan, pero también están en una situación difícil y cualquier día les cortan el agua a ellos. A veces vamos a los pozos de las huertas del Guadiana, que ahí es gratis", explican. Lorena acudirá hoy a la reunión con Blanco: "Estoy participando en las actividades de la plataforma, porque hace falta ayuda para muchas familias como la nuestra, que son más de las que parecen".