El centro de transeúntes Padre Cristóbal ha atendido en lo que va de año a 450 personas sin hogar (en todo el 2008 fueron 576), sobre todo a jóvenes y mujeres, que llegan a él en la mayoría de los casos por culpa de la crisis.

Esta institución de Cáritas trabaja todo el año ofreciendo alojamiento y comida a quienes acuden allí a pedir ayuda, pese a que su capacidad es limitada; puede albergar a 28 internos, por lo que la entrada y salida de personas es constante. Además, una vez a la semana facilitan aseo, comida y ropa a personas de la calle que no están alojadas en el centro.

Ayer, el día de las personas sin hogar, Día de los sin Techo , la institución hizo lo que hace los 365 días del año, ayudarles, pero alzó la voz para recordar que hay miles de personas que viven en la calle. Son personas con nombre y apellidos, que intentan reintegrarse en una sociedad que les ha empujado a estar donde están, sobre todo por problemas de paro y drogas.

En el centro Padre Cristóbal aprenden además diversas actividades, y también a convivir y a prepararse para volver a la calle en busca de fortuna, según su coordinadora, Matilde Matas.