El centro Padre Cristóbal ha acogido hasta noviembre a 366 personas sin hogar. La cifra hace prever que se quedará por debajo de las 406 que registró, en total, el año pasado, lo que la directora, Matilde Matas, relaciona con la tendencia a que las estancias de los usuarios se prolonguen más. "No somos solo un servicio asistencial de dar techo en un momento dado, sino que proporcionamos apoyo para desarrollar un proyecto de vida a personas que se han quedado en la calle, eso supone procesos complejos que llevan tiempo", detalla.

Matas explica que, pese a la crisis, en este caso ocurre lo contrario que con la ayuda, sobre todo para alimentos y otros gastos, que proporcionan las Cáritas Parroquiales y que se ha multiplicado en los últimos años. Explica que esto ocurre no porque no haya aumentado la demanda, sino porque los programas de promoción personal que apoyan conllevan su tiempo: "Uno no se queda en la calle de un día para otro, sino por un cúmulo de diferentes problemas (salud física y mental, adicciones, desempleo...), que derivan en el deterioro social y familiar", detalla añadiendo que superar esa situación también conlleva tiempo.

TRABAJADORES Y VOLUNTARIOS El Centro Padre Cristóbal cuenta en total con 28 plazas en las que se alojan personas sin hogar, que reciben el apoyo de seis educadores y trabajadores sociales y dos psicólogos (que también realizan su labor en el Centro Hermano de Badajoz, del mismo tipo que el emeritense). Además, cuentan con casi una treintena de voluntarios.

Aparte de estas plazas estables, el centro ofrece un servicio semanal de ducha y ropa limpia, que utilizan en torno a unas 25 personas al mes. "En este caso damos información sobre los recursos disponibles y ofrecemos nuestro apoyo".

Hace un par de años, Cáritas desarrolló un estudio sobre la situación de las personas sin hogar y se identificó en torno a 15 casos de este tipo en Mérida. "Desde entonces, no sabemos cómo ha evolucionado ese número". En el centro de acogida siguen con su trabajo para intentar que no haya "nadie sin hogar", el lema con el que el pasado noviembre conmemoraron, como es tradicional, el día de las personas en esta situación, que este año también incidió en la dificultad del acceso a la sanidad.