El Centro de Transeúntes Padre Cristóbal no recibe dinero del ayuntamiento desde hace dos años, pese a tener suscrito un convenio de colaboración en el que el ayuntamiento se comprometió a entregar anualmente una donación de 25.000 euros. Así se lo ha manifestado a este diario la coordinadora del centro, Matilde Matas, que asegura que necesitan este dinero para financiar el albergue, cuya actividad no cesa.

El centro Padre Cristóbal cuenta con 28 plazas para atender a personas sin techo y ofrecer no solo comida y cama, sino también atención médica y psicológica y talleres de búsqueda de empleo e inserción social. Según Matas, el centro se financia, además de con la tradicional campaña del Mochuelo, con el dinero procedente de las subvenciones de la Junta de Extremadura, el Ministerio de Política Social e Igualdad y la aportación del consistorio, que desde el año 2009 no se hace efectiva. "Hace dos años que no recibimos dinero del ayuntamiento cuando nos tenían que pagar 25.000 euros anuales por convenio", dice la coordinadora.

Y es que la crisis también ha llegado al Centro Padre Cristóbal de Mérida. El número de personas sin hogar no cesa, pero ha sido necesario hacer un reajuste en la plantilla de trabajadores para dar abasto. "Ahora el psicólogo es voluntario", comenta Matas.

EL ACUERDO El pasado 21 de mayo del 2010 la Junta de Gobierno Local aprobó la suscripción de un convenio de colaboración para "atender las necesidades de alojamiento e inserción social de la población transeúnte y sin techo de Mérida, a través del Centro de Transeúntes Padre Cristóbal de Mérida", según el acta de esa sesión. En la misma se especifica que la solicitud de subvención asciende al importe de 25.289,55 euros, y que tendrá una duración condicionada al periodo fijado para la realización de la actividad subvencionada, del 1 de enero a 31 de diciembre de 2010.

El centro de transeúntes Padre Cristóbal ha cumplido este año su decimotercer aniversario de trabajo solidario en favor de los más desfavorecidos y su integración social. Durante este período ha atendido a casi 6.000 personas en sus instalaciones de la calle Cardero, repletas la mayor parte del año.