La escasez de lluvias caídas en los últimos meses en la comarca de Mérida ha provocado que la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) avise sobre la situación de sequía que atraviesan la presa de Cornalvo, que califica como de "emergencia", y la que vive el pantano de Alange, de "prealerta". Al menos así estaban a fecha 1 de abril, según la CHG, pese a la gran cantidad de agua caída en febrero. Pero si se tienen en cuenta los datos actuales sobre agua embalsada, la situación no ha mejorado nada respecto a la de hace un año. Y es que los embalses de Proserpina, Cornalvo y, sobre todo Alange (del que se abastece la ciudad de Mérida) han perdido en doce meses 97,6 hectómetros cúbicos de agua; es decir, 97.600 millones de litros.

Estos datos sobre la situación actual de estas presas corresponden al almacenamiento de agua a fecha 4 de mayo colgados en la página web de la CHG. La peor parte, y de manera destacada, se la lleva la presa de Alange, que está al 28,4%, el peor porcentaje de todas las presas que gestiona la CHG en la provincia de Badajoz. En la actualidad almacena 241,6 hectómetros cúbicos; 97,2 menos que hace un año, cuando estaba al 39,8% de su capacidad. Ello lleva a la Confederación a calificar la situación de sequía de "prealerta".

PROSERPINA, MEJOR Cornalvo no está mejor; es más, aquí la situación pasa a ser de "emergencia". Almacena 1,1 hectómetros cúbicos de agua (el 35,5% de su capacidad máxima), cuando justo un año antes estaba al 44,7% con 1,4 hectómetros cúbicos de agua embalsados.

Más aliviado es el estado de Proserpina, que almacena en la actualidad 3,5 hectómetros cúbicos; 0,1 menos que hace un año, y está al 69,8% de su capacidad máxima.

Además de Cornalvo, las presas de Peñarroya, Gasset, El Vicario, Vega del Jabalón y Tentudía gestionadas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana se encuentran en situación de emergencia por sequía.