El aparcamiento situado en el antiguo cuartel Hernán Cortés cerró el pasado jueves sin previo aviso, lo que provocó quejas de algunos usuarios, que no pudieron sacar sus vehículos cuando fueron a recogerlos. Estas personas llamaron incluso al 112 para buscar una solución, sin que desde este servicio se pudiera contactar con nadie.

Por su parte, el gerente de la Empresa Municipal de Transportes, Prudencio González, que gestionaba el parking hasta el pasado día 31 de enero, manifestó que se había avisado a los abonados con un mes de antelación del cierre. Además, se colocaron carteles con un número de teléfono móvil para sacar los vehículos.

La situación quedó normalizada ayer, aunque todavía quedan dentro los coches del depósito municipal de vehículos, en el que hay automóviles precintados o por orden judicial. El equipo de gobierno les está buscando una ubicación para su traslado.

Además, el cierre del aparcamiento ha motivado el despido de cuatro trabajadores. Dos han aceptado las condiciones del finiquito y los otros dos interpondrán una demanda, ya que consideran que se deberían haber subrogado a la empresa que gestiona desde el jueves el parking del Museo Abierto de Mérida (MAM), que sustituye al del antiguo cuartel Hernán Cortés. Prudencio González indicó que estos trabajadores tenían un contrato de obras y prestación de servicios.

En cuanto al nuevo aparcamiento, ha abierto en precario, ya que no tiene luz, ni máquina expendedora de billetes ni barreras en la entrada. Está gestionado por una cooperativa de discapacitados.

El grupo socialista ha pedido la convocatoria del consejo de administración de la empresa de transportes, "donde preguntaremos quién se ha quedado con la concesión del servicio municipal del depósito de vehículos y del parking, cómo ha sido la adjudicación, en qué condiciones y por cuánto dinero", manifestó el edil Julio César Fuster.