MERIDA

Las representaciones en el Teatro Romano de Mérida desde 1933 y la Semana Romana en 1934 fueron los primeros cimientos. Desde 1934 hasta 1953 no se vuelve a tener ninguna actividad. El público emeritense y de fuera siempre respondió a la llamada. Pero los verdaderos cimientos se gestan en la década de los cincuenta gracias a Manuel García Gil, más conocido como Piedras viejas , apoderado del Patrimonio Artístico Nacional y delegado de Bellas Artes en Mérida. Se inició una actividad que se fundamentaba en el patrocinio de la Diputación Provincial de Badajoz, el Ayuntamiento de Mérida y la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación Nacional.

POLICIA LOCAL

Al margen de la Guardia Civil y Policía Armada que cuidaban del interior y exterior del teatro Romano durante las representaciones, el Cuerpo de la Policía Local estaba pendiente del tráfico y de la ciudad. Conocimos bien a la mayor parte de la Policía Local porque vivían en la barriada de la República Argentina, donde también vivían los maestros nacionales como mi padre, y altos funcionarios del ayuntamiento, caso del director de la Banda Municipal Luis de Bernardi o el Oficial Mayor Antonio Salmerón.

El jefe en esta década era Rogelio Camarero Rivero, el sargento era Saturnino Naharro Cordero, y de cabos estaban Ildefonso Contador Alfonso, Emilio Carvajal Suárez, Adrián Rebollo Macías y Manuel Soto Sáez. Como guardias primeros, Francisco Jiménez Morales, Martín Carvajal Suárez y Juan Martínez Perdigón; y treinta y ocho guardia de segunda, entre los que se encontraban Andrés Macías, Eladio Canales, José Hernández, Francisco Tijerín, Luis Murillo, Ricardo Valadés, Serapio Romero, Luis López, Tomás y Joaquín Rapestre, Felipe Manzanero, Fernando y Antonio Castro, y otros muchos que siento no recordar pero que hicieron una labor realmente encomiable.

ABASTECEDORES

Fueron muchos los empresarios de la hosteleria que tomaron parte en la instalación de un bar en el recinto del Teatro Romano durante las representaciones. Hemos encontrado documentación que nos ha facilitado Alfonso Ceballos, donde Francisco Fajardo Hidalgo, Francisco Robustillos Marinas y Lázaro Agüera Torres tomaron parte en el año 1957 con motivo de la obra Otelo , del 18 al 23 de junio.

Invitaban a los familiares de cada una de las personas que de una u otra manera participaban en las representaciones: electricistas, limpiadoras, modistas, sastres, obreros y servicios de agua.

Los porteros, acomodadores, guardias nocturnos y vigilantes cobraban tres pesetas diarias.

Manuel García Gil llevaba las cuentas con toda meticulosidad. Apuntaba todo y guardaba todo, de ahí que hallamos podido recuperar lo que fueron los cimientos de las representaciones, que ahora cumplen setenta años.