Demostrar que los ciudadanos de Mérida han perdido su apatía. Tal vez no era ese el objetivo del centenario del inicio de las excavaciones arqueológicas en Mérida, pero la participación en los diversos actos que se han celebrado a lo largo de toda la semana en la ciudad lo han demostrado.

Exposiciones en el Museo de Arte Romano, talleres infantiles, presentación de libros o el acceso gratuito a todos los monumentos de la ciudad --haciendo así partícipes del evento también a los visitantes-- han sido algunos de ellos.

El más importante quizá la presentación que el alcalde, Angel Calle, y los directores científicos del Centenario de las Excavaciones Arqueológicas, Pedro Mateos, director del Instituto de Arqueología de Mérida, y José María Alvarez, director del Museo Nacional de Arte Romano hicieron del libro Mérida, 2.000 años de historia, 100 años de arqueología , que narra los hitos más importantes desde que José Ramón Mélida y Maximiliano Macías iniciaran las excavaciones del teatro en 1910.

En él, el conservador del MNAR, José Luis de la Barrera inicia el recorrido con Los antecedentes: De Nebrija a 1910 , donde narra la puesta en marcha del jardín de antigüedades, embrión del museo emeritense fundado en 1838 y uno de los más antiguos de Europa. En el segundo bloque, Agustín Velázquez habla de La época de las grandes excavaciones, 1910-1936 y, tras él, Juana Márquez se ocupa de "una época difícil, comprometida" en materia de documentación, que se extiende desde la posguerra hasta 1963.

Esto dará paso a Una nueva y fructífera etapa , a cargo de Trinidad Nogales y el propio Alvarez, que recorren la creación del actual Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida en 1963 y que finaliza con la inauguración del MNAR en 1986.

"Un enorme esfuerzo intelectual" que se constituye no sólo en un homenaje a los arqueólogos, sino que permitirá a los emeritenses formar parte de un proyecto único con la voluntad de conservar el patrimonio.