El colegio público José María Calatrava de la ciudad ha sufrido cinco actos vandálicos en un mes y medio, por lo que la dirección del centro solicita a la Junta de Extremadura y al Ayuntamiento de Mérida un refuerzo de las medidas de seguridad, además de haber denunciado ya estos hechos ante la policía.

La directora del colegio, María Dolores Moreno, informa de que el último de estos incidentes tuvo lugar el pasado fin de semana y que no se produjeron "robos importantes, pero sí destrozos", como rotura de cristales, persianas y puertas, así como varias pintadas en las instalaciones. "Nos tienen un poco hartos ya porque nos han cogido la medida", destaca la responsable del centro, quien sostiene que una de las soluciones pasaría por instalar rejas en las ventanas de la planta baja, ya que es un punto débil que aprovechan los individuos para acceder al interior.

Sobre este asunto, Montero señala que ayer por la mañana acudió al colegio un técnico del Gobierno regional para elaborar un informe de actuación. De hecho, fuentes de la Consejería de Educación apuntaron a este diario que ya se está "estudiando el caso para poder adoptar la mejor decisión posible". Por su parte, la delegada de Educación, Silvia Fernández, explica que la instalación de rejas depende de los planes de evacuación, ya que en caso de incendio las ventanas también se utilizarían como posibles salidas al exterior. De esta forma, y ante la petición del centro educativo de que la policía local aumente su vigilancia, la edil apunta que ya se han "intensificado" las rondas durante el fin de semana.

Desde la dirección consideran que la medida más apropiada para evitar estos hechos sería "doblar la altura de la valla perimetral", ya que "es muy baja y cualquier persona puede saltarla y entrar en el colegio". En concreto, esta instalación en el vallado la llevan solicitando "desde hace mucho tiempo" a la administración autonómica y municipal, por lo que demandan "mayor celeridad" en su ejecución.

El primero de estos incidentes se produjo el pasado 11 de diciembre, y desde entonces se han ido sucediendo hasta llegar a cinco "asaltos", tres de los cuales se habrían producido durante el periodo vacacional. En uno de ello, destaca la directora, unos individuos quemaron un seto mientras los escolares estaban en clase, aunque "afortunadamente" no pasó a mayores.