Han pasado más de cincuenta años desde que el colegio de las Madres Escolapias se ubicó en Mérida, donde miles de alumnas han cursado sus estudios. Aunque ahora, con la enseñanza concertada, se le ha puesto el nombre de Colegio Santa Eulalia-Escolapias.

El 19 de febrero de 1949 es la primera fecha que se tiene como comienzo en la calle José Antonio, hoy Cervantes, en un edificio que era propiedad de doctor Andrés Valverde Grimaldi y que le cobraba por la renta 4.500 pesetas mensuales. Posteriormente, en 1953, se traslada a la calle Marquesa de Pinares. Este edifico que dejan en la calle Cervantes se convierte en el conocido hotel Calderón, que hace muchos años cerró sus puertas.

En esta céntrica calle emeritense, el 17 de enero de 1950, se autoriza a la madre general de la fundación, la creación de un nuevo colegio, a instancias del alcalde de la ciudad, Francisco Baviano Giner.

SUPERIORA

La primera superiora fue la madre Concepción Montero Herrero, que se incorporó desde el primer momento al centro, completándose la comunidad el 19 de enero del 1950. El dos de febrero se bendice la casa y se celebra la eucaristía y el seis de este mismo mes se abren las puertas. En el acto religioso estuvieron las autoridades civiles y religiosas.

Los inicios fueron bastantes decepcionantes. En la ciudad ya había un colegio, las Josefinas, en la cercana calle de Obispo y Arco, y su nacimiento fue difícil, hasta el punto que comenzaron, según datos que nos ha facilitado en el mismo colegio: tres alumnas de 1º grado; una alumna de 2º; cuatro de párvulos y dos de las Calasancias, que eran alumnas que estudiaban gratis.

El primer traslado que se hace de la calle Cervantes a Marquesa de Pinares fue en 1953, allí estuvieron hasta 1962. El colegio se encontraba en la calle Marquesa de Pinares esquina con la calle Muza. Entonces las reglas del colegio eran muy diferentes a las actuales. Por la calle Muza entraban las Calasancias, las niñas de gratuidad, y por Marquesa de Pinares las que pagaban. En este centro se daban clases de alfabetización y de corte y confección por las noche a las jóvenes del matadero regional.

NUEVO CENTRO

La construcción de un nuevo edificio se plantea desde el primer momento ante la necesidad imperiosa por el número de alumnas. El 13 de junio de 1958 el obispo José María Alcaraz y Alenda pone la primera piedra en la Zona Sur. Asisten al acto, además de las autoridades, todas las alumnas matriculadas, unas 200.

El terreno del nuevo colegio se asienta en la periferia de la antigua ciudad romana, en una necrópolis, y al efectuarse la cimentación, como es común en este tipo de obras, se encuentran hallazgos arqueológicos que se donan al museo arqueológico.

El 25 de abril de 1962 se lleva a cabo la instalación definitiva del colegio en la Zona Sur, sede actual con más de 700 alumnas y alumnos. Un colegio de categoría y de reconocido prestigio.